Fútbol

El Barça y la posibilidad de sustituir a Jordi Roura ante los malos resultados

    Roura, durante el partido frente al Milan | EFE


    El FC Barcelona atraviesa tiempos revueltos. La eliminación por parte del Real Madrid en las semifinales de Copa del Rey unido a la derrota en Champions contra el Milán han disparado las alertas. Resultados en los que lo que más ha dolido no ha sido la eliminación por se, sino las formas y maneras mostradas por un equipo irreconocible. Las miradas ya señalan a un Jordi Roura que en su tarea de técnico interino no está dando los resultados deseados. Tanto es así que en la Ciudad Condal empieza a barajarse la opción de un relevo al frente del banquillo si prosiguen los malos resultados.

    La voz de alerta la dio este miércoles Eurosport. Según la web de esta televisión, Eusebio Sacristán, entrenador del Barça B, podría convertirse en el nuevo preparador culé hasta que Tito Vilanova pueda coger las riendas del equipo en plenas condiciones.

    La aparición del nombre del técnico del filial no es nueva. Ya hace días que en el entorno del Camp Nou se hablaba del ex mediocampista culé como relevo de Roura. La derrota contra el Real Madrid no habría hecho más que acelerar una decisión que todavía no está tomada y, ni mucho menos, avanzada.

    Sin embargo, sí que es una de las alternativas que se baraja. El conjunto blaugrana reconoce el problema existente que hay en el banquillo y busca opciones con las que solventarlo.

    Pero para arreglar una crisis, primero hay que identificar sus orígenes ¿Qué es lo que sucede en realidad? ¿Por qué Roura no consigue encarrilar la situación? La visión existente en conjunto catalán es simple: el falta experiencia para poder hacerse con las riendas del equipo. Para colmo, la situación no ayuda. Sus decisiones no terminan de ser autónomas y la sombra de Tito siempre está detrás.

    Es decir, que Roura siempre da los pasos en consenso con el técnico titular desde Nueva York y, en las ocasiones en las que debería elegir motu proprio (fundamentalmente durante los partidos, cuando las decisiones tienen que ser rápidas e inmediatas) se muestra inmovilista, probablemente atenazado por su deseo de no influir demasiado en las decisiones tomadas previamente con Tito.

    El técnico apenas ha llevado a cabo rotaciones en los partidos importante. Sale casi siempre con el mismo once, como si tuviese recelos de mover la alineación. Ni las opiniones de Messi son tenidas en cuenta.

    Su única gran revolución hasta la fecha se produjo en el duelo frente al Sevilla, cuando usó a Villa como delantero centro y cambió el dibujo del Barça a un 3-4-3 que mejoró el rendimiento culé. Que el cambio se tomara en el descanso indica que quizá no fue una decisión suya, sino más bien consensuada con Tito y el resto del equipo.

    Y es que los futbolistas barcelonistas han realizado en las últimas semanas una suerte de autogestión que, por ahora, se ha demostrado insuficiente. Da para ganar la Liga, pero no para hacer frente a situaciones complicadas como la de los últimos partidos clave del Barça.

    A todo ello hay que unir un episodio que ha manchado también su currículum y que en Barcelona ha hecho mucho ruido. Sus críticas previas a Undiano Mallenco antes de jugar el Clásico (previo consenso con futbolistas, directivos y resto de cuerpo técnico) no han sentado bien entre la masa social blaugrana, acostumbrada a un mensaje siempre moderado incluso en los momentos más críticos.

    Esta mezcla de elementos hacen que, más que nunca, penda la sombra de la duda sobre el preparador. Tanto es así, que Zubizarreta, director deportivo del Barça, canceló este miércoles su viaje a Nueva York para visitar a Tito Vilanova.

    Sólo Rosell y Josep María Bertomeu, uno de los vicepresidentes, acudieron a la cita. 'Zubi' decidió dar marcha atrás para quedarse al lado de Roura y reforzar su trabajo y, de paso, evitar posibles fracturas en caso de que los malos resultados lleguen. Hay que recordar que este sábado hay de nuevo Clásico, éste en Liga y en el Bernabéu.

    La presencia del nombre de Eusebio Sacristán como sustituto temporal de Tito Vilanova daría al banquillo blaugrana un miembro con más experiencia y autonomía que Roura, capaz de seguir las órdenes de Tito, pero, a su vez, gozar de la libertad y el conocimiento suficiente como para gestionar el equipo en los momentos duros.

    La decisión dependería también del vestuario del Barça. Según Punto Pelota, de Intereconomía TV, la plantilla no aceptaría con buenos ojos la llegada del técnico del filial. Prefieren que siga un entrenador que ha trabajado con ellos en los últimos años, dentro del grupo que capitaneaba en su día Pep Guardiola.