Indignación e incredulidad tras la suspensión del Rayo-Madrid
Varios comentaristas dijeron que las imágenes absurdas de un grupo de trabajadores intentando arreglar los cables averiados en el tejado del campo del Rayo mientras varios grupos de oficiales esperaban en la semioscuridad el domingo hacían que la Liga pareciera una "república bananera".
Con la imagen de la Liga ya dañada por los problemas financieros de muchos de sus clubes, los estadios medio vacíos y el descontento por los precios de las entradas y las horas de los partidos, el incidente difícilmente podría haber pasado en un momento peor.
"Cuatro o cinco operarios trabajando y 100 tíos mirando. ¿Dónde hemos visto esto antes? En España, claro", dijo el columnista Roberto Palomar en el diario Marca.
"La imagen del operario que, sin soltar el cigarro, intentaba unir los cables con un poco de cinta americana en Vallecas es la metáfora de esta república bananera de la Liga en la que anda metido el fútbol español".
"Horarios demenciales, deudas atroces, bajada de espectadores en la asistencia a los estadios, sabotajes en partidos declarados de alto riesgo, clubes que no cumplen los mínimos requisitos para participar en una competición profesional", agregó Palomar.
"Hay ligas de urbanización que están mejor organizadas".
El Real Madrid dijo inicialmente que no querían arriesgarse a otro fallo en la iluminación y que quería jugar el lunes a las 1700 horas, antes de acordar el comienzo para las 1945.
El comienzo del partido estaba previsto para las 21:30 del domingo, hora a la que miles de aficionados todavía esperaban en los exteriores del estadio cerrado y a oscuras mientras los operarios trataban de arreglar la iluminación.
El presidente del Rayo, Raúl Martín, dijo en declaraciones a medios que personas sin identificar habían cortado los cables y cuando quedó claro que no se podrían reparar a tiempo, el partido se suspendió.
Alfredo Relaño, columnista del diario deportivo AS, dijo que el incidente era otro golpe para la imagen de España, y destacó que el partido se iba a televisar en 150 países.
"Estamos ante una nueva modalidad delictiva: el terrorismo futbolístico", agregó Relaño. "Es cosa de la Policía localizar al culpable y entregarlo a la justicia".
Cristina Cifuentes, la delegada del Gobierno en Madrid, dijo el lunes que las investigaciones iniciales parecían confirmar que la iluminación había sido saboteada y que la Policía estaba tratando de recuperar huellas dactilares y examinando el circuito cerrado de televisión para identificar a los responsables.