Caso Busquets: La UEFA también podría dejar sin la final de Wembley a Pedro y Alves

El FC Barcelona conocerá este lunes el alcance de la posible sanción que la UEFA medita imponer a Sergio Busquets por sus insultos racistas al madridista Marcelo. A este castigo (si hay pena, adiós a la final de Wembley) se podría unir algún otro más para los jugadores que el Real Madrid acusó de hacer 'teatro' en las semifinales del Bernabéu.

Los blancos denunciaron a tres futbolistas de la entidad culé de simular supuestas lesiones que manipularon, según el club de Chamartín, la percepción del colegiado sobre lo que estaba ocurriendo en el terreno de juego.

Además, de Busquets, los madridistas señalaron a Pedro y a Alves. Especialmente dura fue la acusación contra éste último, objeto de la entrada que propició la roja a Pepe.

Según los blancos, el 'teatro' del brasileño favoreció que su futbolista fuera expulsado. Alves abandonó el terreno de juego entre gestos de dolor y regresó apenas dos minutos después sin atisbo de lesión.

El Barça estima que, como mucho, les caerá una multa económica, pero que en ningún caso serán sancionados con algún partido, esto eso: en el Camp Nou no creen que Pedro o Alves vayan a perderse la final contra el Manchester United.

Pesimismo sobre Busquets

Algo bien distinto opinan sobre el caso de Busquets y sus supuestos gritos de "Mono, mono" a Marcelo. Para este tipo de casos la UEFA suele ser mucho más estricta.

Aunque el club alega que su futbolista gritó "mucho morro", las imágenes dejan lugar a dudas, más si cabe después de ver cómo el centrocampista se tapa la boca para lanzar su improperio al defensa brasileño, actuación que podría dar lugar a equivocos en le Comité de Competición.

Por ello, en la Ciudad Condal son moderadamente pesimistas. Creen que habrá sanción pero que no será la máxima establecida por el reglamento.

A Busquets no le caerán cinco partidos, pero es muy probable que sí que reciba alguno de castigo, lo que le haría ser baja fija (e importante) para la cita del próximo 28 de mayo en Londres.