Fútbol
Pepe, Albiol y Mourinho: 'Crimen y castigo' en el Real Madrid
En silencio, sin hacer mucho ruido, escondido bajo la algarabía de las principales novedades, ayer la convocatoria del Real Madrid para jugar ante el Tottenham en el Bernabéu albergó una sorpresa silenciosa, de esas que hacen ruido de puertas hacia adentro, pero que apenas se oyen en la calle. Raúl Albiol se quedó fuera de una lista en la que era un habitual. Desahuciado por sus críticas veladas a José Mourinho y defenestrado por el favoritismo del luso hacia Pepe y Carvalho, 'El Chori' sufre un ostracismo con pocas explicaciones deportivas. Es la versión blanca de 'Crimen y castigo'.
Sólo así se entiende que el autor de varios 'crímenes' deportivos (Pepe) sea un indiscutible frente al futbolista impecable (Albiol) que recibe los castigos de aquél. Sólo parafraseando a Dostoievski se puede explicar de manera simple lo que, sobre el terreno de juego, tiene visos de asunto complejo.
Los favoritismos de Mourinho
Detrás de estas rotaciones se esconden ciertos planteamientos 'ideológicos' de un Mourinho fiel a sus costumbres, pero ajeno a las normas habituales del deporte rey.
No es frecuente que un jugador como Pepe, protagonista por sus ataques de locura transitoria, o Carvalho, demasiado lento y estático en los últimos partidos, estén años luz por delante de un futbolista sobrio y trabajador con una proyección de futuro espectacular.
Son los caprichos de Mourinho, algunos de ellos recubiertos de ciertas sensaciones de favoritismo hacia los suyos, hacia los que conforman su círculo de más fieles gladiadores, la mayoría de ellos comandados (¿casualidades deportivas?) por el mismo manager: Jorge Mendes.
Cristiano podría ser ejemplo de ello. El ariete lo ha jugado todo. Riesgos innecesarios para lograr sus objetivos goleadores particulares. Primacías de lo individual sobre lo colectivo que hacen que esta noche el luso vaya a jugar con el miedo de una posible recaída rondándole la cabeza.
El mal verano de Albiol
El ostracismo de Raúl Albiol comenzó ya en verano, cuando una grave lesión en el Mundial de Sudáfrica le dejó fuera de los terrenos de juego por mucho tiempo. Mourinho, con Garay y Pepe como únicos efectivos disponibles, apostó por el veterano Carvalho como sorprendente refuerzo, por delante de otros candidatos como David Luiz (ahora en el Chelsea) o Thiago Silva (Milán).
Albiol, estaba claro, partía con doble desventaja: la deportiva, por estar lesionado, y la personal, por que su nuevo entrenador había apostado por uno de sus ojitos derechos para reforzar la zaga.
Albiol y su oportunidad aprovechada
Albiol, sin embargo, se lo trabajó mucho, muchísimo. Este chaval, sin bazo tras un accidente de tráfico cuando se dirigía a firmar por el Getafe, se puso el mono de trabajo y logró volver y hacerlo a un gran nivel. Justo ahí la suerte pareció sonreírle.
Pepe, en una de sus frecuentes lesiones, le dejó el camino libre para una titularidad que no desaprovechó. El internacional español rozó un gran nivel e incluso salvó un gol fantasma en Sevilla que bien pudo haber dejado fuera al Real Madrid de la final de Copa ante el Barça.
Sin embargo, Mourinho insistía en rueda de prensa en un mensaje que fue un misilazo sin contemplaciones contra el valenciano: "Con Pepe jugamos mucho mejor al fútbol", insistió para defender la renovación de su protegido. Esto es: con Albiol, el Real Madrid no jugaba tan bien, parecía querer decir el entrenador.
Cuando Mourinho le puso la cruz
Raúl no se calló y en una entrevista concedida a 'El País' respondió con lógica aplastante: "Con Pepe también hemos perdido muchos partidos".
Mourinho tomó nota y le castigó. Desde entonces, con la recuperación de Pepe, Albiol ha pasado a ser un suplente y en ocasiones, como el partido de esta noche, ni eso.
Mal asunto para un jugador llamado a ser el central titular de la selección campeona del mundo junto a Piqué y que se ha convertido en el protagonista de la versión madridista de 'Crimen y castigo' de José Mourinho.