Fútbol
Vídeo | Valdés, Busquets, el Barça y la pantomima de forzar tarjetas amarillas
El espectáculo de ver a jugadores forzar tarjetas amarillas para llegar 'limpios' va camino de convertirse en una constante pantomima a la que ya nadie puede escapar. Verdadero ejercicio de teatralidad sobre un terreno de juego, el Real Madrid no es el único grande que sabe ejecutar esta técnica. El Barça la practicó con más o menos acierto el sábado pasado ante el Villarreal.
De dosis menos bochornosa que la de los merengues en Amsterdam (aquello terminó con la expulsión de Ramos y Alonso, amén de la famosa cadena Mou-Dudek-Casillas), lo del Madrigal tampoco tuvo desperdicio.
Corría el minuto 91 de partido cuando Víctor Valdés amagó con sacar de puerta. Lo hizo en un par de ocasiones hasta que llamó a Busquets para que lo hiciera él. Con 0-1 en el marcador y el crono corriendo, Ramírez Domínguez, colegiado del partido, lo tuvo claro: amarilla para el cule.
Valdés, desencajado, empezó a protestar: "No puedo sacar, no puedo sacar", gritaba al tiempo que se quejaba de un supuesto dolor en la pierna. La actuación parecía fehaciente.
Segundos más tarde, Busquets, también apercibido, perdió de nuevo tiempo en el saque. Nueva amarilla. Otro que llegará limpio al Bernabéu.
Ahí fue justo cuando se descubrió que detrás de tanto movimiento, había gato encerrado. Valdés, quién apenas unos instantes antes se quejaba al árbitro con vehemencia, demostró que de lesión, nada de nada: sacó de puerta como si tal cosa sin resentirse al golpear la bola. Esto es, hizo teatro.
Pendientes de Messi y Mascherano
Ambos jugadores formaban parte de los cuatro con riesgo de sanción para el partido ante el Real Madrid en el Bernabéu.
Los otros dos eran Messi y Macherano. No es descartable que Guardiola decida reservarlos en el próximo partido de Liga en casa, ante el Almería, especialmente en el caso de la pulga.
Con la Liga medio sentenciada y ante un rival menor, el 10 podría tener descanso de cara al choque de vuelta de los cuartos de Champions ante el Shakthar y, de paso, librarse de una accidental tarjeta que le dejara fuera del partido del año.