Fútbol
Los milagros clandestinos de Valdés y su trayectoria mártir sin la bendición de 'La Roja'
El fútbol es injusto. Víctor Valdés lo sabe. El guardameta del Barça contempla como Messi, Ibra, Xavi o Iniesta acaparan los focos que sus paradas reclaman. De poco valdrían los goles de los blaugranas sin la solidez de un guardameta que va camino de conseguir su tercer Zamora en casi 350 partidos. Milagros clandestinos de uno de los mejores cancerberos de la historia culé.
A sus 28 años, Valdés es un fijo seguro en cada alineación blaugrana. Ninguno de sus compañeros gozan del grado de fiabilidad que él manifiesta jornada tras jornada. Es el único indiscutible para Guardiola. Se lo ha ganado.
Sus números asustan (apenas ha encajado 0'58 goles por encuentro), pero también sus paradas. Al contrario que otros guardametas, él no sólo se atrinchera detrás de una gran zaga que le facilita el trabajo, sino que con sus paradas se gana, día a día, un puesto entre los grandes.
Lo volvió a demostrar en Mallorca. Tres intervenciones majestuosas salvaron al Barça del tornado bermellón. Saltaron desde el banquillo Messi y Xavi y los culé resolvieron el duelo. Focos para Ibra y su 'chicharro'. De nuevo silencio para el de Hospitalet.
No es la primera vez: En Valencia salvó con el pié una oportunidad vital ante Zigic. Repitió milagro contra Osasuna, apenas comenzado el choque y con 0-0 en el marcador. Vadocz soñó aquella noche con él, como Cristiano Ronaldo lo hizo allá por diciembre.
En el Clásico, le sacó al luso un mano a mano que, tiempo al tiempo, podría valer un título liguero.
¿El mejor portero de la historia culé?
Hazañas que dan para llenar un currículum plagado de contradicciones. Injusticias dicen en Barcelona. Llámenlo como quieran. Lo único cierto es que Valdés está a punto de cumplir el sueño de todo portero canterano blaugrana. Ante el Arsenal sumará su partido 350 como culé.
Si nada lo impide, logrará su tercer título de portero menos goleado de la Liga (ya lo consiguió en 2005 y 2009). Suma y sigue que desmitifica el debate tabú: ¿Es Víctor el mejor portero de la historia del Barça? La tendencia indica que si no lo es, lo será. Por eso sorprende no verle todavía de rojo español.
La asignatura pendiente de 'La Roja'
Es su gran espina. El lastre que le acompañará toda la vida. Valdés no cuenta para la Selección Española. La suya es una cuestió de tiempo. Explotó después del precoz Casillas. Los milagros eternos del madridista surgieron antes que las buenas paradas del catalán. Por eso ni pudo entrar en competencia con el de Móstoles. Tampoco le han dejado demostrarlo.
Aragonés ni valoró tenerle en sus filas. Del Bosque lo hace ("trataré de ser justo con los jugadores"), pero las reglas del vestuario mandan. Reina es, sí o sí el segundo portero. El salmantino prefiere la cohesión de un grupo ya formado.
¿Y de tercer portero? Ese es el dilema. La tradición dice que este puesto debe ser para un guardameta de garantías que además, fomente el buen rollo. El cuerpo técnico de España duda sobre si Valdés, portero titularísimo del mejor equipo del momento, aceptaría de buen grado ser suplentísimo en un Mundial. La fama de tipo con humor osco le atenaza.
Lo más probable es que no acuda a Sudáfrica. Entre tanto, resignado a su suerte, Víctor sigue a lo suyo. En Londres es probable que vuelva a repeteri algún milagro. La beatificación futbolera de Valdés va camino de convertirse en la trayectoria de un mártir al que nunca se le abrirán las puertas del cielo de 'La Roja'.