Fútbol

La ambición de Durban va más allá del Mundial



    DURBAN, Sudáfrica (Reuters) - El estadio sudafricano de Durban será uno de los más deslumbrantes el Mundial de 2010, pero el puerto tiene una ambición aún mayor, al igual que el espectacular arco que abarca el campo de juego con vistas al océano Indico.

    Durban compite con dureza con Ciudad del Cabo, la más famosa meca turística a lo largo de la costa sudafricana, e intenta asegurarse de que nadie se olvidará de ella cuando el Mundial de fútbol se haya terminado.

    Más sucia, pero también más africana que la sofisticada y europeizada Ciudad del Cabo, Durban, que albergará siete partidos incluyendo una semifinal, es popular por sus kilómetros de playas arenosas y por gozar de un clima cálido durante todo el año que la convierte en una atracción de invierno para los sudafricanos.

    Las autoridades de la ciudad aspiran a transformar Durban en la capital africana de los deportes, el entretenimiento y otros aspectos, y no ocultan su objetivo final: ser anfitrión de unos Juegos Olímpicos.

    Un folleto preparado por Durban para el Mundial no pierde tiempo en señalar que su estadio tendrá capacidad para 70.000 espectadores, pero que se puede ampliar a 85.000 para eventos como los Juegos Olímpicos o Juegos de la Commonwealth.

    Julie-May Ellingson, encargada del proyecto mundialista de Durban, dijo que, aunque una decisión de candidatura para los Juegos Olímpicos debe tomarla el presidente de Sudáfrica, Durban tiene los ojos puestos en las citas de 2020 o de 2024.

    "Hay una percepción de que el mundo termina después de 2010. En Durban, nunca hemos visto eso (...) Hablamos de ir más allá de 2010", dijo a Reuters May Ellingson.

    "No se trata de lo que quiera la FIFA. La FIFA va y viene. Se trata de lo que es importante para los ciudadanos de Durban", agregó.

    La ciudad ya ganó un concurso para ser sede en 2011 del congreso del Comité Olímpico Internacional, el primero que se celebrará en África.

    INSTALACIONES MODERNIZADAS

    A la altura de su ambición, Durban está haciendo mucho más que construir un estadio para la Copa del Mundo.

    Las instalaciones deportivas serán modernizadas y se contempla una ampliación del Kings Park, recinto donde se encuentran tanto el nuevo Moses Mabhida como los estadios de rugby.

    "En los próximos años, Durban se convertirá en una de las pocas ciudades en África donde la mayoría de las principales disciplinas deportivas olímpicas se puedan realizar en un mismo lugar", dice un panfleto de la ciudad.

    Los planes incluyen tener en el recinto un centro comercial, restaurantes, una pasarela que una al recinto a la playa adyacente, un "Parque del Pueblo", campos de entrenamiento, una pista para caminar y correr, y un espacio para que los aficionados disfruten de cenas y conciertos antes y después de los partidos.

    Esta idea está tomada del vecino estadio de Absa.

    Pero es el nuevo estadio el que se roba todas las miradas. Un blanco y brillante edificio cubierto por un techo cubierto de polietileno y coronado por un arco domina la ciudad.

    Los 350 metros de largo del arco con forma de Y simbolizan la unidad de una nación dividida por años.

    NUEVO ESCENARIO

    Al igual que con muchos nuevos estadios de Sudáfrica, el de Durban no ha escapado a la polémica sobre la decisión de construir un nuevo recinto al lado de uno ya existente.

    Los críticos sugieren que el dinero habría sido utilizado mejor si se hubiese invertido en la mejora del país, repleto de pobres y desempleados.

    Esta polémica también se alimenta con la tradicional rivalidad entre el fútbol, predominantemente un deporte practicado por negros, y el rugby, más jugado por los blancos.

    Hasta el momento, los Sharks, uno de los principales equipos de rugby del país, se han resistido a trasladarse al Moses Mabhida, pero los planificadores del recinto han hecho modificaciones en los vestuarios y otros lugares para asegurarse de que será adecuado para el rugby, que aporta grandes ingresos.

    Al igual que en todas las ciudades donde se han construido nuevos estadios, las autoridades han ensayado bien los argumentos para gastar enormes cantidades de dinero en un nuevo escenario. En el caso de Durban, la suma será de 3.000 millones de rand (unos 258 millones de euros).