Fondos
El 75% del dinero español invertido en Japón se evapora en el últmo año
¿Cuántas veces hemos conocido a alguien que apunta maneras de convertirse en una estrella del celuloide o en un crack del balón en el mundo del fútbol y que nunca ha llegado a despuntar? Estas decepciones no sólo se dan en mundos tan glamurosos como los anteriormente descritos. También tienen su equivalente en el universo de fondos de inversión a través de los que apuestan por el mercado nipón.
Las pérdidas registradas por estos productos ya rozan de media el 20% en lo que va de año. Una cifra que, de no haber sido por el cierto respiro que dieron las medidas fiscales al más puro estilo yanqui anunciadas por el ya ex primer ministro, Yasuo Fukuda, sería incluso mayor. Junto con la cotización, también el patrimonio de estos productos ha sufrido un drástico recorte.
Según los datos de Inverco, los fondos nipones gestionados por firmas españolas han perdido 507 millones, un 75% de su patrimonio, desde junio de 2007 al mismo mes de este año.
Economía y política, las losas
Para explicar por qué los fondos japoneses están aún lejos de obtener sus rentabilidades de 2005 es necesario entender que la economía sigue siendo clave para el despertar de Japón. Un despertar que siempre está ahí pero que nunca acaba de producirse. Vive en un stand by constante. No ayuda que el 25% de la población japonesa sea mayor de 65 años.
Tampoco la contracción del consumo del mercado doméstico, ni lo hace el hecho de que el IPC haya registrado su nivel más alto en una década (+2,4% en tasa interanual). Ni la rebaja de previsiones para 2008 que ayer hizo la OCDE sobre este país. El organismo ha reducido su estimación hasta el 1,2% frente al 1,7% previsto anteriormente.
Por si fuera poco, a la debilidad de la economía hay que sumar los problemas políticos ante los que se enfrenta el país. El último, la dimisión del primer ministro Fukunda (la segunda de un primer ministro en un año). Para Victor Alvargonzález, director general de Profim, la principal razón para volver a ver rentabilidad en la renta variable asiática es que se asista a una reforma política estructural. "Su anquilosado sistema es la gran losa que impide que Japón salga del agujero negro", señala.
Inestabilidad económica
La misma inestabilidad económica y política es la que explica por qué el resto de mercados asiáticos se han dado la vuelta este año, tras registrar revalorizaciones de dos dígitos en 2007. Así, los productos de renta variable coreana pierden un 35%; los de bolsa china, un 33% y los que invierten en Tailandia, actualmente inmersa en un estado de excepción, un 20,9% en lo que va de año.
Ante este panorama son muy pocos los fondos que consiguen perder menos del 10%, un logro para los productos de renta variable con la que está cayendo. Sorprende el caso de SGAM Fund Equities Japan CoreAlpha, que no sólo no pierde sino que está en positivo. Gana un 7,75% en el año convirtiéndose en en el único producto de renta variable japonesa que está en verde en 2008
Un futuro muy incierto
Que el pasado es negativo es un hecho. Que el presente sigue siéndolo, también; pero ¿qué es lo que le depara el futuro a este tipo de productos?
Según Tim Orchard, responsable de renta variable japonesa de Fidelity, en el corto plazo "la caída de las perspectivas económicas, el coste del aumento de la inflación y la crisis crediticia seguirá impactando negativamente en las cotizaciones". Una caída que Henry Paul Xhesson, gestor de Invesco Japanese Equity Core Fund, cree que traerá grandes oportunidades, sobre todo en "valores de grandes exportadoras y en los fabricantes de automóviles". Descarta, no obstante, apostar por el sector financiero ya que los bancos japoneses "no han podido sortear la crisis de las subprime y no se benefician del mercado doméstico".
Además de prestar atención a los valores baratos, en Profim creen que el yen también traerá buenas noticias a la renta variable. "Es uno de los pros, ya que ha cambiado la tendencia y ahora el yen y otras divisas empezarán a apreciarse frente al euro", afirma.