Fondos
La rentabilidad de los bonos a 10 años ya duplica los tipos oficiales en EEUU
La crisis financiera continúa removiendo las aguas monetarias en EEUU. Ayer, la rentabilidad de los bonos norteamericanos a 10 años repuntó hasta el 4,02%. Si este rendimiento ya podría resultar llamativo porque supone el punto más alto desde el pasado 2 de enero, su relevancia adquiere una dimensión mucho mayor: esa cota equivale a duplicar el nivel en el que se encuentran los tipos de interés en la primera economía mundial, que están en el 2%.
Además, la importancia de este hito se refuerza si se tiene presente que sólo cuenta con dos procedentes en el último medio siglo: el primero tuvo lugar entre abril de 1992 y mayo de 1993 y el segundo entre noviembre de 2001 y diciembre de 2004. En ambas ocasiones, el rendimiento de los bonos dobló -e incluso triplicó- el del precio oficial del dinero después de que la Fed lo hubiera bajado con intensidad para hacer frente a las recesiones de comienzos de los 90 y de inicios del siglo XXI. En esta ocasión, por tanto, no ha hecho falta que la economía norteamericana haya decrecido para que se haya repetido la historia.
Recuperación económica
Por tanto, los antecedentes demuestran que las fases en las que las rentabilidades han duplicado los tipos oficiales han anticipado la recuperación económica. O lo que es lo mismo, los inversores dejan de refugiarse en la deuda pública, con el consiguiente repunte de los rendimientos, que suben cuando el precio de los títulos baja. Actúan de ese modo porque consideran que ya no habrá más reducciones de los intereses y que la Fed empezará a elevarlos a medio plazo.
Esta descripción encaja con el momento actual, ya que el mercado de futuros descuenta que ya no habrá más recortes del precio del dinero e incluso que podría haber aumentos en el último trimestre del año. De este modo, se revertiría el proceso bajista protagonizado por la entidad en los últimos nueve meses, en los que los ha reducido del 5,25 al 2 por ciento vigente.
Precaución
Ésta vendría a ser la interpretación optimista de la realidad actual, ya que reflejaría que lo peor ha pasado, incluso para el crecimiento económico. Pero también cabe una valoración negativa. Ésta constaría de dos partes. La primera consistiría en que el mercado está marcando el camino a la Fed, y no al revés.
Es decir, después de que la entidad dejara en un segundo plano su lucha contra la inflación para apuntalar el crecimiento, el repunte de las rentabilidades puede significar que las expectativas de subidas de los precios han crecido. Para retomar el mando de la situación, la Fed debería elevar el precio del dinero para frenar esos pronósticos y evitar así que la brecha entre los rendimientos y los tipos se ampliara.
Pero no acaban ahí los problemas. En segundo lugar, y considerando que el rendimiento de los títulos a diez años sirve como referencia para distintos productos bancarios en EEUU, el aumento de las rentabilidades equivale a un endurecimiento de las condiciones financieras, justo lo contrario de lo que la Fed buscaba con la reducción de los tipos. En ese caso, su estrategia estaría fracasando y subir los intereses pronto, como espera el mercado, podría agravar el deterioro de la actividad económica.
Mishkin deja la entidad
Además, el gobernador Frederic S. Mishkin comunicó ayer su dimisión como miembro de la Reserva Federal, con efectos desde el 31 de agosto, para retornar a la docencia en la Universidad de Columbia.