Fondos
Los bonos de alto riesgo sufren un duro correctivo: pierden más de un 7%
Es decir, emisiones corporativas que no llegan a una calificación de grado de inversión. De hecho, ya en noviembre Standard & Poor's preveía que este tipo de deuda sería la principal víctima de la caída de las hipotecas subprime estadounidenses (basura). Quizá por su analogía. Y no le ha faltado razón.
Los últimos datos disponibles, de enero, indican que los impagos de los bonos basura aumentaron en el mundo el 1,1 por ciento, según los datos de Moodys. Un resultado que supera el récord sufrido en noviembre, del 0,9 por ciento. Sin embargo, todavía hay luz al final del túnel. Frente al aumento del 1,3 por ciento de los impagos en Estados Unidos -por encima de la media global- en Europa cayeron en enero al 0,7 por ciento, con los datos de Moodys.
Fondos rojos
Y, como no podía ser de otra forma, los fondos que invierten en este tipo de emisiones están todos rojos. Sin grandes diferencias entre los que invierten en dólares y euros, aunque, eso sí, salen peor parados lo americanos. Según los datos de Morningstar, los fondos de high yield en la moneda única retroceden el 7,37 por ciento desde enero y el 9,79 por ciento desde que comenzó la crisis, el pasado 20 de julio. Mientras, los de emisiones en dólares ceden el 8,8 por ciento en 2008 y el 12,69 por ciento en los últimos ocho meses.
¿Por qué la crisis les afecta de lleno a este tipo de emisiones? Estos productos centran sus carteras en renta fija de compañías con una calidad crediticia baja, ya que su situación financiera es poco estable y para financiarse deben lanzar emisiones que ofrecen rentabilidades más elevadas, única forma de competir en el mercado con las emisiones de compañías más solventes y de atraer a los inversores.
La llave, en los gobiernos
Cuanto más riesgo de impago tenga una compañía o país -emergente habitualmente- mayor será el diferencial entre el tipo de interés de sus bonos y el de los títulos sin apenas riesgo. Pero no todos los fondos de este tipo están de luto por los malos resultados. Algunos reaccionaron rápido a la crisis, invirtiendo en emisiones gubernamentales, las más seguras en estos momentos siempre y cuando sean de países desarrollados. De esta forma, perdieron parte de su esencia -correr el riesgo, más rentable, de invertir en bonos basura -, pero se aseguraron no caer en el abismo-. Por ejemplo, el CAAM Funds Dynamité High Yield I, de Credit Agricole AM, uno de los mejor parados del mercado euro al perder un 0,97 por ciento en el año y un 3,38 por ciento desde julio, tiene el 17,5 por ciento en bonos de la república francesa.
La misma dirección ha tomado el M&G Optimal Income, de la gestora M&G Group, que tiene más de un 5 por ciento de su cartera en renta fija de Reino Unido. Unas opciones seguras que combina con un 2,42 por ciento que tiene en una emisión en Brithis Telecom. Una buena mezcla para pasar la resaca.