Fondos

El trasvase de la deuda emergente



    Es la única inversión que se ha beneficiado de la incertidumbra económica, pero su recorrido se agota. Si no tiene ya en cartera bonos de EEUU, Alemania o Japón, no los compre ahora. Vale la pena hacer las maletas y dirigirse a los boyantes países emergentes.

    Ya sea por el miedo a que elmundo entre en un contexto deflacionista (algo que no termina de cuadrar), ya sea por hacer negocio, la realidad es que los bonos, sobre todo los de países como EEUU, Alemania o Reino Unido, han registrado en 2010 mínimos históricos ya que han revalidado su concepto de refugio: sus precios se han disparado y sus rentabilidades han caído en picado.

    Muchos se han beneficiado del impresionante recorrido que ha experimentado la deuda. Entre ellos, los inversores de fondos. Por ejemplo, los productos de deuda pública estadounidense acumulan rentabilidades de hasta el 20 por ciento sólo en lo que va de año. Sin embargo, el momento para empezar a invertir en este tipo de bonos ha pasado ya.

    ?A priori parece que no queda mucho recorrido porque los márgenes ya son muy estrechos?, afirma Victoria Torre, de Self Bank. Tampoco desde el punto de vista técnico el escenario es positivo. Según explica Alain Galibert, consejero delegado de Bolságora, ?se acabó la historia de los bonos porque aunque aún pueden caer algo más ya no es momento para entrar?.

    ¿Qué pueden hacer los inversores que quieran entrar ahora en deuda pública? y, sobre todo, ¿debe vender quien tenga bonos de EEUU o de Alemania? La respuesta a la segunda pregunta es, a juicio deDaniel Aymerich, un sí rotundo. ?Es un buen momento para vender y recoger beneficios?, afirma. Eso o, si se quiere evitar que esas plusvalías pasen el peaje de Hacienda, traspasarlo a otro fondo. Pero ¿qué ofrece ahora oportunidades? Los países emergentes.

    No sólo están menos endeudados que los occidentales.También ofrecen muy buenas perspectivas en cuanto a tasas de crecimiento. Y además, está el efecto rating. Un aumento del mismo llevaría a los países emergentes a reducir la rentabilidad que pagan por colocar su deuda, lo que beneficiaría a los inversores que ya tuvieran en cartera bonos de estos países. De momento,
    China y Corea están a sólo un paso de conseguir el grado excelente de calificación crediticia (tienen A1 por parte de Moody´s), mientras que Brasil e India han conseguido en los últimos años librarse de la calificación de bono basura.Si a esto se añade que se esperan crecimientos del 6,5 por ciento y del 8,5 por ciento, lo lógico es que esto se traduzca en sus ratings.

    Sin embargo, también ofrecen riesgos. Mientras que en los países desarrollados los inversores acuden a los bonos por un miedo de contracción económica e incluso de deflación, en los emergentes, el inversor recurren a los bonos para protegerse de la inflación. Y la principal amenaza a la que se enfrentan estos inversores es precisamente un alza de los precios. La cadena es la siguiente: si sube la inflación, los bancos centrales subirían los tipos de interés y esto perjudicaría a los tenedores de bonos. Sin embargo, hay un truco para luchar contra esta posibilidad. ?Una revalorización de la divisa compensaría el riesgo de inflación y eso beneficiaría al precio del bonos?, afirma Aymerich. Otra posibilidad sería invertir en bonos ligados a la inflación. Ahora los de Brasil cotizan en mínimos históricos, según informa Bloomberg.

    Por divisa, los países que ofrecerían las mayores oportunidades serían los asiáticos. Se espera que el yuan se aprecie un 1,62 por ciento, la rupia india, un 2,31 por ciento y el won coreano, un 2,8 por ciento en 2010.

    Dos opciones de éxito

    Definido el objetivo hay que pensar cuál es el mejor camino para conseguirlo. Depende del riesgo que se quiera asumir. Si éste es elevado, la mejor opción son fondos que inviertan exclusivamente en bonos emergentes. Destacan dentro de este grupo fondos como HSBC Brazil, que rebota un 16,79 por ciento en 2010 o KBC TRY Renta, que invierte en deuda turca.

    Para los que no quieran arriesgar tanto, la mejor opción es invertir en fondos de deuda pública gubernamental global con alta exposición en emergentes. Fondos como Amundi
    Oblig Internationales o Templeton Global Total Return son dos opciones. El primero confía un 9 por ciento de su cartera a bonos mexicanos mientras que el fondo de Templeton cree que las mayores oportunidades están en la emergente Asia (Corea, Indonesia, Malasia...).