Fondos
Todo sobre los fondos cotizados en cinco sesiones (2)
Tenemos que confesar una debilidad, en Bolságora, por estos famosos fondos cotizados o ETFs. Por lo general, la prensa los califica de productos sofisticados para inversores muy activos. No es así ya que su éxito fuera se debe precisamente a lo contrario. Son simples, económicos y totalmente transparentes. Resuelven muchos problemas que se le plantean al inversor minorista.
Permiten invertir en índices a todos aquellos que desean comprar una bolsa sin comprar un fondo de inversión o sin correr los riesgos habituales de los futuros y otros productos derivados. Es una ventaja nada desdeñable. Además la inversión pega perfectamente con los recursos del inversor. Si quiere comprar 3.500 euros en Ibex, compra 3.500 euros de participaciones en un ETF que replique el índice español.
Los ETFs también permiten acceder a activos menos accesibles para un inversor individual. ¿Quién no ha tenido tentaciones de comprar acciones de los países emergentes, petróleo, gas natural etc. en la gran subida de 2005-2006? Olviden los productos derivados y piensen en los ETFs. Les abren unas perspectivas de inversión hasta ahora desconocidas en España: desde una cesta de valores Ibex hasta pequeñas empresas en Japón, biotecnología en Estados Unidos o las mejores empresas de India.
Un ETF es el instrumento ideal no sólo para especular sobre activos poco habituales sino también para hacerlo en condiciones adaptadas al tamaño de su cartera. ¡Y sin pagar las comisiones de un fondo de inversión!