Flash
Perfil de Soledad Núñez: diligente e infatigable
- La exdirectora del Tesoro se queda a las puertas de ser la primera subgobernadora del Banco de España
A Soledad Núñez, que podría haberse convertido en la primera subgobernadora del Banco de España, no le gustan los corsés ni las barreras jerárquicas; es campechana y accesible. Los periodistas la recuerdan como una directora del Tesoro (lo fue con José Luis Rodríguez Zapatero) sorprendentemente cercana, así como didáctica a la hora de explicar los conceptos más peliagudos.
Aunque el pasado jueves todo apuntaba a que ella sería la número dos de Luis María Linde en el Banco de España, el Gobierno ha transmitido al PSOE (que propuso a Núñez para subgobernadora) que ve difícil que así sea, según explicaron fuentes socialistas a este diario. El Ejecutivo preferiría para el puesto un perfil más técnico y menos político que el de esta extremeña, nacida en Badajoz en 1957. Un perfil como el de Fernando Restoy, actual vicepresidente de la CNMV, o el de José Manuel Campa, exsecretario de Estado de Economía.
Quienes han trabajado con Núñez la definen como una mujer diligente e infatigable. Su gestión en el Tesoro ha sido alabada, pese a que le tocó lidiar con una etapa complicada: la comprendida entre febrero de 2005 y diciembre de 2011. Como directora general del organismo encargado de la emisión de deuda pública, racionalizó aún más el calendario de emisiones para evitar que se atropellasen los vencimientos, lo que supuso un respiro para España en plena crisis.
Al Tesoro llegó desde la oficina económica del entonces presidente Zapatero, en la que dirigió el área de Política Económica. Antes había trabajado en la Oficina de Coyuntura y Previsión.
Casada con Javier Vallés (exdirector de la oficina económica de Zapatero), el currículum de Soledad Núñez Ramos es interminable. Doctorada en Economía por la Universidad de Minnesota (Estados Unidos) en 1986, sus primeros pasos profesionales los dio precisamente en el Banco de España: entre 1987 y 1994 trabajó en el servicio de Estudios de la autoridad monetaria, en concreto en la oficina de operaciones, donde se dedicó al seguimiento de los mercados de deuda pública y de derivados. De 1994 a 1999 perteneció a la Oficina de estudios Monetarios y Financieros.
Su intensa entrega al trabajo no le ha impedido dedicarse, en los años ochenta y noventa, a la docencia en la Complutense, ni le han privado de vivir la experiencia de ser madre.