Buenos Aires se convirte en un atractivo de vida para europeos
Hace algún tiempo, en un encuentro con la prensa extranjera, el ministro de Ciencia y Tecnología de Argentina, Lino Barañao, decía a Diario EL COMERCIO que había conocido de un científico italiano que se encontraba en el litoral argentino.
No supo dar más precisiones, pero reflejaba algo que muchos sospecharon lo que está ocurriendo: la ?huida? de europeos de la crisis que afecta a esa región del mundo y la búsqueda de un futuro en América del Sur, especialmente Brasil y Argentina.
Las cifras de la oficina de Migraciones de Argentina indican que ha habido un crecimiento de la población española, pero que difícilmente puede ser definida como tendencia y menos aún una oleada inmigratoria como la que hubo a fines del siglo XIX y comienzos del XX, que dio lugar a la definición: ?los argentinos descienden de los barcos?.
Si 232 españoles iniciaron el trámite de radicación en el 2004, para el año pasado fueron 734, aunque solo 489 tuvieron éxito.
La cifra corresponde al 0,65% de toda la inmigración, que sigue siendo mayoritariamente paraguaya, boliviana y peruana, que corresponde al 81,74%.