Dos sacerdotes colombianos contrataron a sicarios para que los mataran
Los sacerdotes colombianos Rafael Reátiga Rojas y Richard Armando Píffano Laguado, tiroteados hace un año en Bogotá, contrataron a dos sicarios para que cometieran el doble homicidio porque uno de ellos era portador del virus del Sida, ha revelado hoy la Fiscalía General.
Los prelados católicos habían hecho saber que "iban a pagar su muerte", dijo la fiscal Ana Patricia Larrota durante una audiencia en la que imputó cargos a dos hombres detenidos como presuntos responsables del crimen y que, según la investigación, recibieron como pago quince millones de pesos (unos 8.435 dólares).
Larrota, fiscal de la Unidad Antiterrorismo de la Fiscalía General, reveló que uno de los religiosos era portador del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH).