Deutsche Bank, igual de expuesto a los casinos de Las Vegas que a los periféricos

Las exposición de Deutsche Bank como banca de los casinos de Las Vegas ha alcanzado los 4.900 millones de dólares (3.500 millones de euros) y rivaliza con la que tiene en los países afectados por la crisis de deuda en la Eurozona -Grecia, Irlanda, Portugal, Italia y España-, que es de 5.100 millones de dólares (3.700 millones de euros).

Según informa el Financial Times, la entidad alemana se ha convertido en uno de los principales inversores y acreedores de las deudas de juego en Estados Unidos. Según explica el rotativo británico en sus páginas, la mayor parte de la cantidad que el banco tiene invertida le corresponde al casino Cosmopolitan, con 3.900 millones de dólares (2.800 millones de euros).

Deutsche Bank entró en este negocio de forma involuntaria. La entidad concedió un crédito de casi 1.000 millones de dólares al promotor Ian Bruce Eichner, con un proyecto para construir el complejo Cosmopolitan Resort & Casino, un gran hotel-casino de 3.000 habitaciones.

No obstante, el citado promotor entró en quiebra hace tres años, con el casino a medio construir. El banco estuvo pensando en vender el complejo, aunque finalmente decidió tomar el control para no tener pérdidas millonarias.  Terminó el proyecto inviertiendo su propio dinero, unos 3.000 millones de euros adicionales. El casino abrió sus puertas a finales de 2010.

Deutsche Bank también tiene una deuda de 1.000 millones de dólares (720 millones de euros) y posee el 25% del capital en los casinos Station, cadena que cuenta con numerosas salas de juego en el área de Las Vegas.

Fuentes del banco han asegurado al diario británico que nunca fue parte de la estrategia de la entidad en la famosa ciudad estadounidense ser propietaria de casinos. Las Vegas, denominada 'zona cero' de la crisis económica por la Institución Brookings ha sido duramente golpeada por la recesión y el colapso financiero mundial.

Las tasa de desempleo allí es la más alta de Estados Unidos, como resultado de un estancamiento del sector construcción. La caída ha ejercido presión sobre los operadores de casinos, agobiados por las deudas. Pero, al mismo tiempo, ha permitido que inversores oportunistas como carl Ichan haya comprado el quebrado proyecto Fontainebleau Las Vegas por 150 millones de dólares, lo que supone un gran descuento sobre los 2.000 millones de dólares ya gastados en el rascacielos y el casino inconcluso.