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Zapatero, molesto con sus hipotéticos sucesores: Chacón y Rubalcaba
Zapatero no se va. O al menos eso parece a tenor de los últimos acontencimientos que engloban el no rotundo de Marcelino Iglesias a comienzo de semana y "el calendario político es secundario ante lo que tiene este país que hacer", del presidente del Gobierno ayer. Según una encuesta, sólo un 16% de españoles cree que Zapatero es el candidato adecuado.
Al líder de los socialistas no le ha sentado demasiado bien, que habiendo cerrado en seco su sucesión, como se hacía eco esta semana el diario El País, donde afirmaba que Zapatero no anunicaría el próximo día 2 de abril tal decisión, los hipotéticos aspirantes siguieran con su particular duelo en busca de adhesiones.
El enfado de Zapatero
Cuenta este sábado ABC cómo le ha molestado a Zapatero que los barones den "por hecha" su sucesión tras advertir al partido que no quiere divisiones.
Y es que hoy en la sede de Ferraz hay más desunión que puntos de encuentro. Por un lado están los que mantienen que Zapatero ha sometido al partido a un desgaste innecesario, si su idea, remarca ABC, desde un principio era no abrir el debate sucesorio antes del 22M, no se entiende aquel comentario suyo en la copa de Navidad del Congreso de los Diputados, donde él mismo comunicó a la prensa que ya había informado de su decisión a dos personas.
Defenderse de las presiones del PP
Por otro, están los que defienden que "tras el desgaste sufrido hay que blindar el resto de la legislatura frente a las presiones del PP para que haya un adelanto electoral". En esta misma línea se pronuncia hoy el diario El País subrayando la postura de la Nueva Vía, una corriente más en declive que en auge, pero desde la que líderes como López Aguilar, Trinidad Jiménez, Jesús Caldera, Jordi Sevilla, Álvaro Cuesta, Leire Pajín o Consuelo Rudí estima que, si Zapatero hiciera hoy un anuncio, "el PP pediría elecciones de manera inmendiata y, además instará a los votantes a castigar a los candiatos socialistas... Todo el PSOE resultaría perjudicado", indica el que fuera ministro de Justicia.
¿Para qué abrir la sucesión?
Para reforzar estos argumentos, asegura un miembro de este grupo que "ahora hay un clima de estabilidad parlamentaria, con reformas en marcha. ¿Para qué abrir la sucesión? Tendríamos a un presidente del Gobierno devaluado y a un vicepresidente -en referencia a Rubalcaba- al que el PP atacaría sin piedad.