Indemnizados con 6.000 euros por ruidos de una cancela que les obligó a mudarse
Una comunidad de propietarios de Sevilla ha sido condenada a indemnizar en 6.000 euros a unos vecinos, un matrimonio que vive en el primer piso y que sufre desde el año 2007 los ruidos "excesivos e intolerables" de la cancela de entrada, que incluso les ha obligado a mudarse para poder descansar.
El Juzgado de Primera Instancia 21, en una sentencia a la que ha tenido acceso Efe, explica que la comunidad acordó en marzo de 2007 instalar una cancela para evitar los robos, pero tal dispositivo produce "continuas molestias" a los vecinos de los pisos bajos, agravados por el hecho de que el cerramiento está unido a la estructura del edificio.
Nada más ser instalada, los ruidos y vibraciones de la cancela provocaron las quejas de varios vecinos, que no se solucionaron con los arreglos de un herrero ni mediante revisiones periódicas.