Emisiones de amianto: Uralita defiende que cumplió la ley
La compañía ha defendido que siempre cumplió la legislación vigente sobre el tratamiento industrial del amianto para rebatir las declaraciones de los alcaldes y habitantes de las localidades barcelonesas de Ripollet y Cerdanyola del Vallés, que acusaron a la empresa de emitir polvo al exterior y depositar residuos en las calles.
Durante la mañana declararon dos testigos por parte de la empresa y seis propuestos por los 47 ciudadanos afectados por enfermedades relacionadas con el amianto de estas dos localidades, que reclaman indemnizaciones por valor de cinco millones de euros. Las partes expondrán las conclusiones finales el próximo 17 de junio.
Entre los testigos comparecieron el alcalde de Ripollet, Juan Parejo, el concejal de Medioambiente y ex edil de Cerdanyola entre 2003 y 2009, Antoni Moral, y el arquitecto municipal de Ripollet desde 1986, Jordi Fortuny. Los tres coincidieron en declarar que la fábrica de Uralita, fundada en 1920 y cerrada en 1997, tenía extractores que sacaban polvo al exterior, que los residuos se depositaban al aire libre y que en los años 70 y 80 se utilizaron placas de fibrocemento sobrantes para asfaltar las calles.