Sin perspectivas de acuerdo sobre la directiva de las 65 horas semanales
Los representantes de la Eurocámara y de los Gobiernos de la UE no lograron anoche acercar posturas anoche sobre la norma que amplía la jornada laboral a 65 horas semanales tras una ronda maratoniana de negociaciones que se prolongó durante 10 horas y terminó a las 4:30 de la madrugada, lo que hace casi imposible llegar a un acuerdo antes de que venza el plazo el próximo 28 de abril, según fuentes parlamentarias.
Si para esa fecha no se ha logrado un compromiso, decaerá la directiva de las 65 horas y seguirá en vigor la normativa vigente, que fija una jornada laboral de 48 horas semanales pero que contempla la posibilidad de excepciones ('opt-out'). Estas excepciones, en la práctica, permiten trabajar hasta 78 horas semanales, según los cálculos del Consejo.
El principal punto de desacuerdo sigue siendo si se mantienen estas excepciones, ampliando la jornada laboral hasta 65 horas, como piden los Veintisiete liderados por Reino Unido, o si se suprime el 'opt-out' después de un periodo de transición, como exige el Parlamento. España apoya la postura de la Eurocámara.