La renta variable tiene ante sí una incertidumbre que pocos habían vislumbrado: el fortísimo movimiento bajista que están viviendo los mercados de renta fija ¿Encaja en el círculo técnico virtuoso un fuerte descenso como éste? Por Carlos Doblado, (Bolságora)Les he contado en las últimas semanas la existencia de dos círculos técnicos, creo que concéntricos, y quiero pensar que hermanados pese al escepticismo de muchos analistas. Un servidor, que no tuvo más remedio que darse cuenta de que de esto del mercado no sabe en realidad nadie, ha aprendido a aceptar que no hay mejor brújula que el sentido de lo común o de lo económico y por ello que cada día me veo obligado a hacer uso de los gráficos para hacerme una idea de por donde caminan los mercados. En lo que respecta a un comportamiento contrario entre tipos de interés y acciones, no me queda otra que aceptar que esto funciona así desde 1999. Y no es lugar este para debatirlo, sino para reflejarlo. Toda la caída del mercado de renta variable de los primeros años de la década se produjo de la mano de un movimiento bajista de los tipos a largo plazo y por lo tanto, de una subida del precio de los bonos -se mueven en sentido opuesto-. Y toda alza desde 2003 ha venido entrelazada con un proceso de subidas en los tipos de interés y, por lo tanto, caída del precio del bono. Los tipos de interés han generado encendidos debates entre los expertos porque han repuntado en forma desigual según el tramo de la curva, que ha llegado a invertirse (el largo plazo ofrecía tipos más bajos que el corto), lo cual históricamente ha anticipado recesiones. Pero eso también ha empezado a cambiar, y en mi círculo técnico virtuoso quiero ver en ello un síntoma de normalidad. No me parece mal que suban los tipos de interés a largo plazo por fin y así se empiece a despejar ese misterio del que nos venía hablando el sabio ya ex presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan. Parece que por fin los mercados de bonos europeos han dejado de dar la espalda a lógica económica y han virado a la baja. Un giro que les anticipaba hace semanas cuando les advertía de las formaciones bajistas que mostraba la renta fija a nivel global. Existe gran conmoción entre los analistas por esto, y sin duda es algo que dificulta a corto plazo la continuidad del proceso alcista en bolsa. Esta semana, al tiempo que había ventas de cierto orden en Europa, se ha visto fuerza de nuevo en Japón y en las bolsas emergentes, donde la relación con las materias primas es directa desde hace tiempo. Las bolsas norteamericanas siguen demasiado retrasadas y son para mi la gran alternativa, como les decía la semana pasada; especialmente en tecnología. Esta alternativa, aunque no lo parezca, ha resultado buena por el momento, ya que los inversores que la sigan han evitado el nuevo descenso de la renta fija y además el Nasdaq 100 registra ganancias. Sin embargo es lógico que los índices esperen algún indicio de freno en las caídas de la renta fija antes de despegar definitivamente. Si se produce un alto en el camino bajista de la renta fija, no sólo el Nasdaq tendría el horizonte despejado para erigirse en protagonista -estas últimas dos semanas se comportó mejor que el resto de índices, a diferencia de lo que había pasado en el resto del trimestre- sino que podríamos tener un entorno mucho mejor para que el Ibex intente romper los 12.000 e irse hacia los 12.500 puntos en abril. Esto sigue siendo lo más probable mientras no perdamos al cierre de la semana los 11.750 puntos.