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Las familias españolas esquivan a la crisis acogiendo a niños extranjeros

    Muchos niños refugiados son acogidos por familias españolas. Foto: Archivo.


    La crisis ha disminuido el número de familias españolas que se ofrecen para acoger niños extranjeros durante los meses de verano, han advertido las asociaciones y ONG que gestionan estos viajes, que han hecho un llamamiento a la solidaridad con "los más vulnerables" ante las tragedias.

    Pese a las dificultades económicas y las trabas burocráticas, cada mes de junio el aeropuerto de Barajas sigue siendo testigo de la llegada a España de oleadas de niños que pasarán los meses estivales en hogares españoles, donde reciben todos los cuidados, incluido el cariño, de los que en muchos casos carecen el resto del año.

    Los niños de los campos de refugiados saharauis en Tindouf (Argelia) son los "veraneantes infantiles" que vienen en mayor número pero no son los únicos; también proceden de regiones de Ucrania y Bielorrusia, afectadas por la explosión del reactor nuclear de Chernóbil; de orfanatos rusos, y de países africanos con crisis humanitarias frecuentes, como Etiopía.

    Los hijos de Chernóbil

    Varias decenas de familias vinculadas a la ONG "Ven con Nosotros" han dado la bienvenida este mes a 41 niños ucranianos de los alrededores de Kiev y de la región de Rovno a su llegada a Castilla y León, donde permanecerán hasta septiembre.

    La presidenta de esta organización, María Jesús Cid, ha explicado a EFE que la acogida supone algo mucho más grande que ayudar a un niño.

    "Es como una bola de nieve, se va convirtiendo en algo mucho más fuerte hasta el extremo de que son como nuestros propios hijos", ha asegurado.

    En los últimos años, María Jesús ha acogido a cuatro hermanos, que ya son adultos. Ahora cuida durante los veranos a Anastasia, un "torbellino de 7 años", que en Ucrania vive con su padre y su abuela con 100 euros al mes.

    Todos tienen seis años o más y llegan con carencias de hierro, calcio y vitaminas, causadas por una dieta pobre, cuyos alimentos básicos son el pan y las patatas. Estos déficits retrasan su crecimiento, hasta el punto de que su talla es la correspondiente a un niño dos años menor.

    Niños de Tindouf

    La recesión ha perjudicado más al programa "Vacaciones en Paz", organizado por la Federación de Asociaciones de Amigos del Pueblo Saharui, que este verano traerá a España 7.000 niños de los campamentos de refugiados de

    Tindouf (Argelia), mil menos que el año pasado. Gely Ariza, coordinadora estatal de esta iniciativa, ha relatado a EFE que han sufrido muchos recortes en materia de subsidios, sobre todo por parte de los ayuntamientos receptores, por lo que han tenido que recurrir a rifas y sorteos de todo tipo para recaudar fondos y poder llevar a cabo el programa.

    En el caso de los menores saharauis, tienen entre 8 y 12 años y pasarán los meses estivales repartidos por todas las comunidades autónomas.

    El 80 por ciento de ellos vienen a repetir la experiencia con la misma familia, y el objetivo prioritario del programa es que reciban atención sanitaria.

    También desde Rusia

    Manuel Fernández, presidente de la asociación "Todos somos niños", ultima los detalles para la llegada de 73 niños, procedentes de las regiones rusas de Niznevartovsk, Kamensk, Tula y Briansk, algunos de los cuales también están afectados por la radiación de Chernóbil.

    Se trata de niños tutelados o residentes en zonas desfavorecidas que serán bienvenidos por familias de Castilla la Mancha, Madrid y Extremadura.