Firmas
'Operación menina': ¿se hará realidad? ¿a quién beneficia?
J. R. Pin Arboledas
Pablo Iglesias ha utilizado la parábola como mensaje electoral. El líder de Podemos ha recurrido a Velázquez y su famoso cuadro. Las meninas son las criadas de la Infanta Margarita de Austria en la corte de Felipe IV. No sé cómo ha salido la ocurrencia, pero la parábola quiere expresar la sustitución del personaje principal (la Infanta) por los secundarios (las criadas), algo que ha pasado en el lienzo que recibe el nombre de las segundas, olvidando a la primera.
En términos actuales equivale a que, tras las elecciones, Mariano Rajoy fuera sustituido por Soraya Sáenz de Santamaría. Se produciría, teóricamente, si el PP tuviera que dar la cabeza del presidente para mantener el poder a cambio del apoyo de C's y se invistiese a la vicepresidenta.
El mensaje que quiere dar Podemos es que votar a Albert Rivera es mantener al PP en el poder. Lo hace porque cree que parte del ascenso de C's se debe al trasvase de posibles votantes de Podemos que van al centro, sin pasar por el PSOE, en una especie de bypass electoral.
Una ingeniosa parábola
Recurrir a la parábola es una de las reglas del debate electoral. Su maestro en la Transición fue Alfonso Guerra cuando definió a Adolfo Suárez con un tahúr del Misisipí y algunas otras comparaciones para regocijo de sus seguidores.
Pero ahora la intención no es celebrar el ingenio del inventor, sino influir en el voto ante un panorama en el que se espera que serán necesarias coaliciones para formar Gobierno.
De todas formas, la metáfora no se cumplirá. Ni el PP ni Rivera están en ella. Rajoy ha dicho que le gustaría una mujer de presidente, pero después de él. El líder de C's (que se ve entre el segundo y el tercer puesto, si sobrepasa o no al PSOE de Pedro Sánchez) asegura que no entrará en Gobiernos con ninguno si no gana, y será jefe de la oposición si queda segundo. La operación menina no tiene visos de ser real, pero es una ingeniosa metáfora para que Podemos lleve el agua a su molino.