Mercados de renta variable internacionales: un foco de valor en 2015
Christophe Foliot
El crecimiento de EEUU, la caída de los precios del petróleo y el escepticismo que prevalece entre los inversores son tres muy buenas razones para que los mercados de renta variable se revaloricen en 2015, sobre todo los mercados internacionales que no han descontado todavía algunos factores como la no materialización de la esperada subida de tipos en 2014 y el colapso en los precios de las materias primas. El crecimiento de doble dígito que experimentaron los mercados de renta variable internacional el año pasado (casi un 20% en euros, teniendo en cuenta que el efecto divisa aportó la mitad de esta cifra) y el rally de principios de 2015 han enmascarado las numerosas divergencias que han de ser analizadas de cerca.
En primera lugar hemos de tener en cuenta que la economía global está impulsando los mercados de renta variable internacionales. La economía estadounidense sobresalió por encima del resto en 2014. El S&P 500 ganó un 28% en euros respaldado por un sólido crecimiento económico y por mejores resultados corporativos. El aumento de los salarios que está teniendo lugar en EEUU debería apuntalar el crecimiento del país en 2015. El gasto de los hogares se ha recuperado y el descenso del endeudamiento medio podría justificar las expectativas de recuperación en el sector inmobiliario. El flujo de caja nunca ha sido tan abundante y la financiación raramente tan accesible; como resultado, los beneficios de las compañías representan ahora más del 10% del PIB, un récord absoluto.
En 2015, Europa se verá impulsada por el efecto en cascada de la recuperación en EEUU, especialmente en la segunda mitad del año, y por el programa de flexibilización cuantitativa del BCE. El QE ha coincidido con señales tangibles de recuperación en Europa, tanto en las encuestas como en las estadísticas económicas. Además, este anuncio se ha producido después de varios meses de revisiones a la baja lo que hizo que las expectativas fueran muy bajas. Una de las sorpresas más positivas podría venir de un incremento en las ventas de las compañías debido a la recuperación en la inversión. Los beneficios tienen un considerable potencial de rebote gracias a la recuperación económica. Además, los tipos de interés están en caída libre, proporcionando a las compañías condiciones de financiación favorables, al mismo tiempo que el descenso de los precios de las materias primas ayuda que aumenten los márgenes. La competitividad está mejorando también debido a la depreciación del euro frente al dólar. Y el colapso de los precios del petróleo es una excelente noticia para los países industrializados.
Sin embargo, los riesgos políticos como la actitud ambigua de Grecia con sus acreedores, el incremento de popularidad de los partidos anti europeos en España, Francia y Reino Unido, la tensión en Ucrania y los conflictos en Oriente Medio han limitado en cierta medida el impacto de estas noticias macroeconómicas alentadoras. En los mercados emergentes, por su parte, el panorama es muy variado. Es necesario ser cautos, ya que algunos países son sensibles a los precios de las materias primas. También se ha producido una revisión a la baja en las expectativas de beneficios, especialmente en el caso de las compañías asiáticas, que además se verán afectadas de forma negativa por el endurecimiento de las condiciones monetarias en Estados Unidos.
Como comentábamos, en términos generales la renta variable internacional se ha apoyado en la recuperación económica, pero; sin embargo, ha presentado grandes divergencias. Hay, por ejemplo, importantes diferencias entre las valoraciones de los títulos cíclicos y los no cíclicos. La aversión al riesgo de los inversores ha llevado a que los valores no cíclicos superen a los cíclicos. Las acciones no cíclicas están ahora más caras y cotizan cerca de sus máximos históricos en los mercados desarrollados.
Por el contrario, Las compañías cíclicas no han sido tenidas en consideración por los inversores a pesar del entorno macroeconómico favorable y cotizan ahora con importantes descuentos. Como resultado, cuentan con un fuerte potencial de revalorización. No obstante, la selección de valores sigue siendo clave para protegerse frente a los riesgos y para aprovechar las oportunidades que encontramos hoy en los mercados.