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Varoufakis y el dilema del prisionero: si no cumple, las penas mayores serán para Grecia

  • Grecia busca un crédito puente que le permita salir del atasco
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Se dice que el economista Yanis Varufakis, hoy flamante ministro de Finanzas griego, es un experto en teoría de juegos. Una rama de las matemáticas de gran aplicación en muchos campos, que van desde la economía y la gestión empresarial hasta la biología o la psicología. Y que tiene que ver con lo que hay que hacer para tomar la decisión más favorable, teniendo en cuenta al resto de individuos que intervienen en el proceso. Dicho de otra manera: ayuda a analizar lo que hay que hacer teniendo en cuenta lo que se supone que harán los demás.

Un caso singular de esta teoría es el denominado equilibrio de Nash; que hace referencia al premio Nobel de economía John Nash, cuya vida fue llevada con más o menos exactitud a la pantalla bajo el título Una mente maravillosa. Una película que obtuvo cuatro Oscar y fue protagonizada por el actor australiano Russell Crowe. El equilibrio de Nash se refiere a esa situación en la que ninguno de los agentes quiere modificar su posición ya que, de otra manera, saldría perjudicado. Lo que, llevado al caso económico, significaría perder el bienestar y, en lo político, a la posibilidad de perder el poder.

El caso más popular en la teoría de juegos es, sin embargo, el conocido dilema del prisionero, que en una de sus modalidades más comunes hace referencia al arresto de dos sospechosos de un crimen. Dos personas han sido detenidas con las armas en la mano y son interrogados de forma independiente por la policía para averiguar quien ha cometido realmente el asesinato. Las penas varían según el caso. De no probarse el crimen por falta de acusación, serían seis meses de arresto por tenencia ilícita de armas. Si alguno de los detenidos acusa al otro y éste no se defiende, el culpable se verá enfrentado a 25 años de cárcel; mientras que el contrario saldrá libre por colaborar con la policía. En caso de mutua acusación cada uno sufriría una pena de quince años de cárcel.

Teoría de juegos

¿Qué hacer? Lo habitual es que cada sospechoso, desconocedor de cómo funciona la teoría de juegos, trate de eludir la acción de la justicia y acuse al otro para salvarse. El resultado serán 15 años de pena para cada uno. Castigo que habrían evitado manteniéndose callados. Pues, en ese caso, no habría pruebas y sólo tendrían una pena de seis meses, que conmutarían por alguna suerte de trabajo menor.

La consecuencia de este ejemplo es evidente: siempre es mejor la cooperación que la ciega confrontación. Lo que nos lleva al caso griego y su rechazo en atender sus compromisos financieros con los organismos europeos y el FMI. Una situación que, de momento, se mantiene estable después de la reunión del ministro Varufakis con el Eurogrupo hace un par de días. Los socios europeos claman por cumplir los compromisos adquiridos, mientras que el Gobierno griego busca un crédito puente que le permita salir del atasco y a la vez mejorar su posición.

Como se ve, de momento, considerando el dilema del prisionero, se está en el caso primero: la estrategia de Varufakis es acusar a la troika de asesinato. La cual no puede hacer otra cosa que defenderse en los mismos términos. Con lo que estamos, en principio, en los 15 años de pena para cada uno. Tanto es así, que hasta se ha transmitido desde el lado heleno una aproximación hacia Rusia, y también con China, como alternativas a Europa.

Aunque el caso ruso ha sido desmentido por el propio Yanis Varufakis el pasado 29 de enero en su blog, entendiendo por su parte que se trata de una manipulación interesada de la prensa internacional, aunque el actual ministro de Energía griego, Panagiotis Lafazanis, hubiera manifestado en esa misma fecha su rechazo a las sanciones europeas contra Rusia.

Un hilo de confusión innecesario dada la pertenencia de Grecia a la OTAN, por un lado y, por otro, su vinculación con la Unión Europea como miembro de pleno derecho. Todo, sin contar que la situación de la economía rusa no pasa actualmente por sus mejores momentos. Una posición sin ningún viso de verosimilitud. ¿Alguien piensa que sería factible una base militar rusa en un país OTAN?

Posición poco firme

Con todo, la posición griega no es tan firme como parece. Ahí está la visita del secretario general de la OCDE, Ángel Gurría, a Atenas, y los signos de cambio del Gobierno Tsipras abriendo la puerta a la creación de una comisión conjunta para abordar unas reformas, que incluirían mejorar el mercado de trabajo, quitar barreras a la competencia, cambiar el sistema educativo, hacer más eficiente la Administración Pública y luchar contra la evasión fiscal. Nada que no estuviera ya en el programa de ajuste anterior. Y es que el tiempo se echa encima.

Los bancos griegos, en pocas semanas, se quedarán sin liquidez para atender sus compromisos si el BCE sigue con la puerta cerrada aceptando los bonos estatales como garantía. La pregunta entonces se resume a considerar si realmente los dos prisioneros en cuestión tienen las mismas posibilidades de pena. A simple vista en este juego del prisionero las penas mayores, de no atenerse a cumplir los compromisos pactados, caerán sobre el lado de Varufakis. Nadie en Europa está para regalar lo prestado con anterioridad.

Eduardo Olier, presidente del Instituto Choiseul España