¿Un programa económico factible?
Este sábado 31 en Madrid Podemos lleva a cabo la denominada Marcha del Cambio, prácticamente siete días después de que los ciudadanos griegos hayan aupado con sus votos a Syriza hasta el gobierno del país heleno. Ambos partidos se denominan entre ellos hermanos. Ambos han canalizado el hastío de los ciudadanos en esta crisis económica; también el enfado hacia lo que el partido de Iglesias denomina la casta y su forma de hacer política. Ambos tienen un programa económico que levanta controversias y rechazos entre muchos países europeos, instituciones e inversores. Curiosamente, ninguno de los dos hablan de salirse del euro, sin embargo la amenaza, no precisamente velada, está ahí.
Desde múltiples frentes, el último el diario americano Wall Street Journal, se pide la expulsión de Grecia del área euro. La razón que se da es siempre la misma: si se transige con Grecia, otros países pedirían un trato semejante, entre ellos España. La incertidumbre y posibles problemas que nuestra salida generaría podrían llevar al mundo a una grave crisis financiera y económica, cuando aún todavía no hemos salido de la actual. La expulsión sería una cuestión ejemplarizante.
Pero, ¿qué propuestas de debate contiene el documento de Podemos? Un Proyecto Económico Para la Gente, publicado el pasado noviembre; para generar tanta preocupación y rechazo. El principal problema, a mi juicio, es el que hace referencia a la reestructuración de la deuda, por cierto un eje común con Syriza. Podemos deja claro que España tiene que estar preparada para aprovecharse de la renegociación que otros países hagan en materias como, cito textualmente, renegociación de tipos de interés, periodos de carencia, plazos de vencimiento y amortización o condiciones de quitas parciales que van a tener que plantearse.
Para valorar esta medida conviene señalar que a diferencia de Grecia la deuda pública española no está mayoritariamente en manos de instituciones públicas, sino en bancos, aseguradoras, fondos de inversión, de pensiones y otras instituciones como la Seguridad Social española, que invierte sus sobrantes, las denominadas huchas, en los activos del Tesoro. Una reestructuración, donde incluso se contemplan quitas parciales como se enuncia y hemos visto, supondría la pérdida de miles de millones de euros. Tan sólo con que Podemos llegara al poder provocaría ventas masivas de deuda pública española, elevación de los tipos de interés, incremento de la prima de riesgo, caída del rating, grandes problemas para financiarnos que además contagiaría a la financiación bancaria, también de empresas y familias. Podemos parece desconocer cuáles son los modus operandi de los mercados de capitales: no habría forma de financiar al Estado, pondría en grave peligro al sistema bancario español y cortaría todo atisbo de recuperación del crédito y además a tipos razonables. Precisamente ahora que comienza a normalizarse el crédito y a caer los intereses, la posibilidad de reestructurar estrangularía el crédito y eso provocaría recesión y un aumento considerable del paro. Además la más que posible caída del rating por debajo de la triple B, podría parar la compra de deuda pública que el BCE comenzará a hacer mediante su programa de QE -quantitative easing-. Además casi seguro provocaría una salida masiva de capitales, que debilitaría aún más a nuestros bancos, lo que pondría en graves riesgos al sistema bancario nacional.
Esa situación de estrangulamiento del crédito y la posible huida masiva de depósitos hacia otros sistemas bancarios europeos no podría ser paliada con el papel que el partido de Pablo Iglesias quiere asignar al Instituto de Crédito Oficial o mediante la creación de banca pública y bancos ciudadanos de interés público, sujetos a condiciones estrictas, puesto que no habría financiación del Banco Central Europeo ni de ningún inversor para el Instituto. Señalar y recordar, a diferencia de lo que dicen las propuestas de Podemos, que el ICO sí puede recibir los préstamos en las mismas condiciones que la banca privada, puesto que tiene ficha bancaria y puede actuar como un banco y por tanto acudir al BCE o al Banco de España.
Es este a mi juicio el mayor escollo del programa, pero hay otras medidas que podrían generar contracción económica y desgraciadamente más paro y sufrimiento para la población española. Podemos pretende alcanzar el pleno empleo, lo señala como objetivo prioritario, lo cual me parece totalmente acertado, pero creo que no acierta en la forma. Para ello quiere incrementar el salario mínimo, un incremento extraordinario de las cotizaciones sociales empresariales o financiación por medio de impuestos, ley de 35 horas. En el entorno actual económico una aumento en los costes salariales desincentivaría totalmente la inversión en España; no sólo la desincentivaría, sino que muchas empresas podrían cerrar sus instalaciones y llevar la producción a otra parte como ya ha sucedido. El impacto, a mi juicio, sería el de un considerable aumento del paro.
Ahora que hemos llevado a cabo una dolorosa depreciación interna o bajada de los costes salariales, gracias a la cual se genera empleo, volver a encarecer la mano de obra es lanzarnos de cabeza al pozo de la recesión.
Entre las propuestas hay también aciertos, naturalmente, sin embargo la importancia y transcendencia de las medidas comentadas eclipsan el resto.