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Al turista de calidad hay que ir a buscarlo a los países vecinos

  • Es más fácil atraer británicos de alto poder adquisitivo que visitantes chinos
<i>Imagen de Getty</i>


Las primeras declaraciones que hace un responsable de Turismo, sea ministro, secretario de Estado o consejero autonómico, tras tomar posesión, es que el nuevo equipo se va a esforzar en captar turistas de calidad, los que gastan más dinero por viaje, implicando con ello que los que actualmente vienen no lo son, y que dichos turistas habrá que captarlos en mercados emergentes y lejanos, como China, India, Corea. La motivación para que dichos turistas vengan aquí no iría unida al tradicional sol y playa, sino que tendría connotaciones culturales, gastronómicas y de compras.

Cuando ese equipo tiene que dejar paso al siguiente, que como es bien sabido va a repetir el mismo mantra, siempre hay algún espabilado que analiza las cifras de ese mandato y constata que aunque el turismo de países emergentes ha crecido porcentualmente, siempre el crecimiento ha sido mucho menor que el previsto en el correspondiente plan de marketing, mientras que los buenos resultados de esa etapa se deben exclusivamente a la evolución de los mercados tradicionales, especialmente británicos, alemanes y franceses, que no dejan de sorprender a los medio expertos por su continua fidelidad a nuestros destinos, y en los que año tras año seguimos siendo líderes o segunda opción.

El turismo en España crece de acuerdo con el crecimiento del PIB europeo, de su renta disponible y de la capacidad de nuestra oferta de atraer a nuestros clientes naturales.

Al turismo de calidad no hay que ir a buscarlo en montañas lejanas o en países exóticos, sino en nuestros países vecinos. Más de diez millones de europeos de los 50 que nos visitan gastan en España mucho más por viaje que los chinos, indios o coreanos, pero se encuentran estadísticamente ocultados.

Oferta hotelera

Sin embargo, nuestros principales hoteleros sí han sabido encontrarlos. Vienen a Ibiza, a Marbella, Mallorca, al Sur de Tenerife y a otros lugares donde hay suficiente oferta de cinco estrellas, la mayor parte relativamente reciente, y donde se realizan estancias de más de una semana.

Una ojeada en verano a los aeropuertos de los lugares citados nos permitirá ver a los aviones privados bien alineados en su zona correspondiente. Por supuesto, algunos son de jerifaltes del Golfo, pero la mayor parte son de europeos poco conocidos, pero muy ricos. Acaso hay algún chino, indio o coreano, que venga de vacaciones a España en su jet privado. Por supuesto, el promedio de los chinos que vienen a España gasta más que el promedio de los ingleses, pero el tercio de los ingleses que más gasta, lo hace incluso por encima que el promedio de los chinos. Y estamos hablando de cuatro millones de viajes frente a menos de 300.000.

Conseguir 300.000 ingleses extra que dejen más dinero que los turistas llegados de China es más sencillo que conseguir que vengan 300.000 chinos más. Y no digamos si sumamos a los ingleses el resto de los europeos de países de alto nivel de renta.

Ignacio Vasallo, exdirector general de Turespaña