Tras los recortes públicos... ¿cómo se mantiene el sector de la ingeniería española?
- España aboca a miles de profesionales a emigrar por falta de oportunidades
- Se empuja a las empresas a su adquisición por parte de otras mayores
La larga crisis económica en España y Europa, junto a las políticas ultra restrictivas en cuanto a inversión en infraestructuras por parte de las Administraciones españolas, están resultando letales para el sector.
La falta de inversión pública, que se redujo en 2013 hasta los 239 millones de euros (un 76% de descenso con respecto a 2007) ha tenido, junto a otros factores, un claro impacto tanto en el número de empresas que continúan desarrollando su actividad, como en la empleabilidad del sector. El número de empresas de ingeniería ha descendido un 27% entre 2009 y 2013 (de 3.000 a 2.200), y podría llegar hasta el 40% en 2014, según las previsiones.
También la empleabilidad se resiente, pasando de los cerca de 85.000 empleados en 2009 a los 73.600 en 2013, es decir, más de 11.000 empleos destruidos que podrían ser más una vez finalice 2014, ya que se estima que al finalizar el año el sector cuente con 65.000 trabajadores.
Los profesionales, obligados a emigrar
¿Cómo se mantiene el sector de la ingeniería española, entonces? Gracias al esfuerzo de centenares de empresas que, sin apenas ayuda pública y con gran riesgo, han decidido emprender el camino de la internacionalización, impulsadas por el prestigio acumulado en el último cuarto de siglo, su potencia técnica y la calidad y desarrollo innovadores de muchas de ellas. Hoy, un centenar de las empresas asociadas a Tecniberia operan en 130 países a través de 338 delegaciones permanentes. España se ha convertido en un desierto para la inversión, que aboca a miles de profesionales a emigrar ante la falta de oportunidades y empuja a las empresas a su adquisición por parte de otras mayores -muchas de ellas extranjeras- o, en el peor de los casos, a la desaparición.
A pesar de que la internacionalización marca el camino a seguir, en los últimos tiempos se resiente el trabajo de nuestras empresas y profesionales en el exterior debido a diversos factores como el incremento de competencia o el tamaño de las empresas, que dificulta su internacionalización, además de la complejidad de los procesos de contratación pública y privada en los diferentes países, el problema de la homologación de las titulaciones que dificulta a nuestros ingenieros trabajar en el exterior, y las dificultades de financiación.
Por un Plan de Impulso de la Ingeniería
Por todo ello, desde Tecniberia creemos fundamental la elaboración de un Plan de Impulso de la Ingeniería que establezca los criterios para la adjudicación de los trabajos de ingeniería basándose en la calidad sobre el criterio económico.
En contra del resto de países de la UE y de la propia Comisión Europea, en nuestro país se minoriza la ponderación técnica en las adjudicaciones de obra pública, llegando en algunos pliegos a ponderar con un peso inferior al 20%.
En la UE los servicios de ingeniería se adjudican con un peso de la calidad técnica de la oferta (alrededor del 80%) muy superior al de la oferta económica, mientras que en España la ponderación con criterios económicos deriva en fuertes riesgos de incremento en los costes en la ejecución y mantenimiento de las posteriores obras a través de los modificados.
Asimismo demandamos que se pague un precio justo por una ingeniería de calidad y se aplique a los trabajos de ingeniería un 10% del presupuesto destinado a obra pública, como hacen los países de nuestro entorno económico, en lugar del 3% como se hace en España, y que se incremente la financiación específica a proyectos de I+D+i.
Demandamos también que este Plan reoriente la actividad de las empresas públicas de ingeniería para que sean realmente la punta de lanza de nuestra ingeniería en el exterior ayudándola a expandirse, y para que en el mercado interior se ajusten a su papel de medio propio de la Administración, y en consecuencia trabajen solo en proyectos propios de una encomienda de gestión y no en otros que realmente no reúnen esas características. Este Plan también debería auspiciar y facilitar la búsqueda de nuevas formas de financiación que potencien la internacionalización. También es necesario que se incorpore a las ingenierías, especialmente a las pymes, en las misiones comerciales del Estado por el mundo, en igualdad de condiciones que otras estructuras empresariales.
Estos son, a grandes rasgos, los problemas con los que se encuentra este sector, motor de la economía y el desarrollo del país, y las soluciones que desde Tecniberia podemos aportar para volver a recuperar una ingeniería española sana, fuerte y necesaria, acorde con su calidad, experiencia y capacidad para contribuir al desarrollo económico y social de nuestro país.
Juan Ignacio Lema Devesa, presidente de Tecniberia.