Firmas

Vuelta a las fusiones y adquisiciones

  • Los compradores buscan construir posiciones sólidas y liderar sus sectores


Si a mediados de 2013 empezó un nuevo ciclo de fusiones y adquisiciones en Europa, en lo que llevamos de 2014 hemos visto un volumen de operaciones muy grande: 381.000 millones de dólares en operaciones anunciadas hasta junio frente a los 218.000 millones correspondientes al mismo período de 2013. El número de operaciones de este año es ligeramente inferior (2.338 operaciones anunciadas frente a las 2.408 operaciones de 2013), pero los volúmenes son muy superiores. Estos datos reflejan el mejor repunte en Europa desde 2007. La lógica industrial que estos movimientos reflejan nos parece un gran apoyo para el mercado.

Los compradores están buscando alcanzar una masa crítica o construir posiciones sólidas, convirtiéndose en líderes en determinados negocios que disfrutan de altos márgenes o de un fuerte poder de fijación de precios, incluso aunque esto signifique abandonar actividades periféricas para centrarse en las principales.

Cuando el ritmo de crecimiento es escaso, las compañías tienen que buscarlo donde quiera que éste se encuentre. Desde principios de abril ha aumentado el número de operaciones de gran tamaño y las operaciones recientes se han producido en sectores muy diversos y bajo diferentes formas.

Esta es una confirmación de que es posible que se produzca cualquier tipo de operación, incluso entre empresas de gran capitalización como Lafarge y Holcim, una fusión entre iguales, con similares niveles de ventas y de capitalización bursátil. El grupo resultante será la principal cementera a nivel mundial con ventas cercanas a los 30.000 millones de euros. Sin embargo, se trata de una operación atípica para el principio de un ciclo de fusiones y adquisiciones, dado que atañe a la primera y la segunda mayores cementeras europeas. Sobre todo, esta fusión refleja la necesidad de generar crecimiento a través de estrategias no orgánicas, incluso para aquellas compañías que están bien posicionadas.

Teniendo en cuenta los motivos que están detrás de estas transacciones, creemos que hay un grupo numeroso de sectores que podrían verse involucrados en procesos de fusiones y adquisiciones, con la posible excepción del sector bancario, donde las alianzas podrían tardar más en producirse.

La situación fiscal de las compañías norteamericanas con subsidiarias en Europa también podría respaldar el mercado europeo en los próximos meses. Estas empresas disponen de importantes cantidades de liquidez, que serían gravadas con un 35% si el capital es repatriado. De aquí que exista un interesante incentivo fiscal para invertir la liquidez en Europa incluso a pesar de la fortaleza del euro. Este podría ser parcialmente el motivo detrás de la oferta de General Electric por Alstom y del interés de Pfizer por AstraZeneca.

En lo que se refiere a sectores, el foco está puesto en las telecomunicaciones. Desde nuestro punto de vista, la consolidación en este sector acaba de empezar. Los cambios regulatorios que se anunciarán en julio podrían simplificar las leyes sobre competencia y crear un paisaje europeo más concentrado. De esta forma, podría producirse una reorganización de las cuotas de mercado lo que sugiere alianzas para varios actores.

También hay muchas posibilidades de alianzas en el sector farmacéutico, en la misma línea de la operación producida recientemente entre Glaxo/Novartis para intercambiar y optimizar determinados negocios que a veces entraban en competencia. Una de nuestras principales apuestas en este sector es el laboratorio británico Shire, que está cotizando con un importante descuento a pesar de contar con unos fundamentales sólidos y cualquier oferta que se produzca podría significar una prima muy interesante.

El sector químico también es propicio para la consolidación. Se trata de un sector amplio que abarca tanto commodities como las especialidades químicas. La consolidación podría darse en este último segmento que disfruta de márgenes particularmente altos.

Las operaciones anunciadas en las últimas semanas son la prueba de que es posible que se produzcan transacciones de cualquier tipo, pero debemos seguir siendo muy selectivos. Por un lado, no todas las operaciones llegan a completarse, a veces debido a problemas de competencia o de gestión o debido a la intervención gubernamental. Y, por otro, no todas las operaciones necesariamente crean valor para los accionistas.

Philippe Lecoq, Co-Director de Renta Variable Europea en Edmond de Rothschild AM.