Una reforma tributaria insuficiente, engañosa y frente a todos
- Ni hay rebaja para todos, ni se vuelve a los tipos de 2012
A la espera de que el ministro Montoro nos desvele el viernes los pormenores de ese cambio fiscal que lleva casi un año preparando, las pinceladas que hasta ahora hemos ido conociendo, incompletas pero sí suficientes para dar idea de la composición del cuadro que se pinta, permiten aventurar que la reforma tributaria que nos viene será insuficiente, engañosa y sobre todo contra todos, si por ese todos entendemos los grandes organismos internacionales que nos tutelan y a los que nos debemos.
Porque salvo que en las próximas 48 horas Montoro nos sorprenda con un cambio radical de sus planteamientos y verdades reveladas, la reforma fiscal que nos prepara estará en contra de todas las recomendaciones realizadas por la Comisión Europea, el FMI, la OCDE, el Banco de España y hasta la propia Comisión de Expertos, presidida por Manuel Lagares, a la que el propio Ministerio había encargado el borrador de la reforma.
Recomendaciones que coinciden todas ellas en un denominador común: subir los impuestos al consumo y bajar la cotizaciones sociales. Pues ni lo uno ni lo otro. Que don Cristóbal ya ha dicho que el IVA no se toca y que las cotizaciones sociales ya han bajado con esa tarifa plana a la Seguridad Social para contratos nuevos.
Pero con los datos que tenemos y con los pocos e imprecisos que avanzó Montoro ayer a la patronal y a los autónomos, todo apunta a que la reforma va a ser también insuficiente para conseguir los objetivos que persigue que no son otros que incrementar la competitividad, el consumo y el empleo. En el caso de la competitividad sus efectos son dudosos si tenemos en cuenta que la rebaja de Sociedades se hará en dos tramos, que el 25% de tipo nominal sigue estando entre los más altos de la UE, y que al suprimir prácticamente todas las deducciones, el tipo real a pagar va a ser muy superior al que se paga ahora aunque el nominal siga más alto.
Respecto al empleo ya queda dicho que mientras se mantengan las cotizaciones sociales difícilmente puede hablarse de incentivos a la contratación. Mientras que en el caso del consumo todo va a depender de cual sea la rebaja que se aplique a los tipos y a las retenciones en la nóminas. Porque es verdad que el Gobierno quiere que la reducción afecte sobre todo a las clases medias, pero si ellos entienden por clases medias a las rentas inferiores a 25.000 euros y hasta 12.000 están exentos , pues la pretendida rebaja impositiva sólo va a afectar a un 30% de contribuyentes, más o menos.
Y por eso la reforma que nos venden, que tampoco incluye medidas drásticas y efectivas contra el fraude, es engañosa. Porque ni hay rebaja de IRPF para todos, ni se vuelve a los tipos anteriores a la subida de 2012 y tampoco se reduce la fiscalidad para las pymes que son el motor de la economía y del empleo. Al tiempo.