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El consumo de tabaco bate récords pero las ventas legales caen a la mitad

  • Dos compañías de Grecia y Luxemburgo, bajo sospecha por tráfico ilícito


El consumo de tabaco en España está batiendo récords -hay un 39% de fumadores entre la población de 18 a 65 años de edad, tres puntos más que al inicio de la crisis, según un estudio de la industria-y, sin embargo, las ventas no paran de caer. En 2008 fueron de 4.514 millones de cajetillas y en 2013 se redujeron a 2.375 millones, lo que supone un 47% menos.

¿Cual es la razón? Lo que parece evidente es que, pese a las múltiples campañas realizadas y la prohibición de fumar en bares, restaurantes y demás locales públicos, los españoles siguen fumando, incluso más si cabe que antes. El problema por lo tanto es otro.

El hecho es que ante la caída de la renta disponibe por el fuerte aumento del paro y la rebaja de los salarios, las ventas se han desviado hacía los canales ilícitos: el contrabando y la falsificación. En 2008 apenas se vendía en España tabaco fuera de los cauces legales y ahora, según las cifras oficiales, el porcenataje ronda ya casi el 12%. Y podría ser aún más porque hay algún estudio que eleva ese ratio incluso al 17%. Es un dato que conviene tener en cuenta porque está provocando que el Estado deje de ingresar cada año 1.100 millones de euros en concepto de impuestos.

Pero, ¿de dónde viene el tabaco de contabando? Si alguien le hace esa pregunta, lo normal es que lo primero que piense usted es en países como China, India u otros del sudeste asiático o el norte de África. Pero nada más lejos de la realidad. Es verdad que hay una parte muy importante del tabaco falsificado que se produce en China y que Emiratos Árabes Unidos se ha convertido en uno de los principales abastecedores de contrabando. Pero no hace falta irse tan lejos. Dentros de las fronteras de la Unión Europea se producen algunas de las principales marcas que se venden después por todo el continente sin pagar impuestos.

Seguimiento de Hacienda

La Hacienda española está siguiendo de hecho muy de cerca los movimientos de compañías como H. Van Landewyck, un fabricante de Luxemburgo que produce enseñas como Elyxir, Austin o Ducal; la griega Karelia Tobacco, dueña de American Legend, o la chipriota Explosal Ltd, propietaria de Raquel, entre otras.

De acuerdo con un informe bianual que hace Ipsos para la propia industria, entre estas tres compañías suman una cuota de mercado del 36,1% entre las cajetillas sin precinto fiscal, es decir, aquellas que proceden del tráfico ilícito o que han sido introducidas de forma legal desde otras países. El problema radica en que frente a esa participación tan alta de tabaco que no paga impuestos aquí, estas compañías apenas tienen cuota en el mercado legal. Se da además la circunstancia de que ninguna de ellas han suscrito el acuerdo con Olaf, la Oficina Europea de Lucha contra el Fraude. Un caso de competencia desleal.