Emergentes: un cambio de ciclo
Resulta curioso que la mayor parte de previsiones e informes sobre la economía mundial en 2014 pusiera la atención en los emergentes y advirtiese de que comenzaría una etapa de inestabilidad no exenta de peligros. Ahora que tenemos a Argentina bajo presión, Turquía con un problema importante, India subiendo tipos, sirvan como ejemplo, todo el mundo comienza a preocuparse por los emergentes, cuando era algo que todo el mundo, insisto, barajábamos.
Brevemente la mayor parte de emergentes han vivido hasta el momento de una llegada de dólares en forma de flujos de inversión, fácil y barata, lo cual ha fomentado su crecimiento, pero ha creado desajustes en muchas de estas economías.
No miento si asevero que el mundo en los últimos años ha vivido del crecimiento de los emergentes. Durante este periodo de tiempo la mayor parte de estos países deberían haber reforzado sus demandas internas, saneado balances y haberse mostrado mucho más decididos a la hora de combatir la inflación. Alguna como por ejemplo Brasil deberían haber prestado atención a la burbuja del precio de los inmuebles frenándola, pues su pinchazo no solo es la caída del precio de la vivienda, alza de morosidad, sino que tiene un efecto de incremento del déficit comercial exterior por el efecto riqueza que genera, algo de lo que los españoles podemos hablar.
Con una economía que ya parece encauzada, la FED, en el último trimestre advirtió que se cerraba el capítulo de una política monetaria extraordinariamente laxa y que de forma prudente se comenzaría a retirar o recortar las medidas no convencionales, tapering. Descartaba alzas de tipos, pero es evidente que a finales de este año el discurso puede ya ofrecer advertencias sobre un sesgo alcista de los tipos directores de la política monetaria.
Por cierto en EEUU los tipos ya han comenzado a subir como es el caso del de préstamos hipotecarios. Era el punto y final del modelo de crecimiento de los emergentes, fin además agravado porque algunos países como España habían devaluado sus salarios, comenzaban a exportar y restaban atractivo a estas economías.
Pero encima su situación se agrava, China no funciona, se enfría. El último dato de crecimiento es el peor de los últimos catorce años, si miramos en el futuro el PMI se sitúa por debajo del nivel de crecimiento, cincuenta, comienzan las preocupaciones sobre productos de alto riesgo cuyos vencimientos son de 1,38 billones de dólares este año, un default de alguno de estos productos podría tener consecuencias muy graves entre los bancos de este país. Si China frena o peor cae su actividad, las economías emergentes se resienten pues son muy dependientes del crecimiento del dragón asiático y por tanto se abre una nueva vía de agua, la llegada de dólares gracias a las exportaciones se resiente.
Por tanto, el problema es cierto y real lo refleja muy bien el Baltic Dry Index. Poco se ha hablado de la caída de este índice, un indicador del comercio mundial muy influenciado por los países emergentes, donde en este recién estrenado 2014 la caída es de casi el 40%, el peor inicio del año en más de tres décadas. El modelo de crecimiento imperante hasta el momento cambia y ello significa un revés para los países emergentes, los cuales deberán pasar su particular travesía, vivieron en parte de la abundancia de dólares, ahora deberán rotar, incluso, cambiar su modelo. Pero como ocurre en emergentes cuando hay un problema las divisas se resienten y son el mejor termómetro.
India acaba de subir sus tipos de interés un cuarto de punto para frenar la sangría de divisas. Probablemente Turquía debería haber subido ya sus tasas de interés para intentar defender la lira turca. Volvamos nuevamente a Brasil como al inicio del artículo, el real brasileño lleva depreciándose desde que se anunció el tapering, señalar que la paridad 2,50 con el dólar es clave, pero lo curioso de esta devaluación se produce cuando los tipos en el país carioca han subido desde el 7,25 del primer trimestre de 2013 hasta el 10,50 actual, 325 p.b. en menos de un año y anuncia continuar con la senda alcista.
Me dirán que en el caso de Brasil las reservas son de unos 300.000 millones de dólares, pero qué ocurre con la subida de tipos, la medida sirve para contraer la demanda interna, justo lo que Brasil no necesita, la devaluación provoca mayor inflación la cual ha terminado por encima del objetivo oficial. Vamos la tormenta perfecta: contracción económica, pérdidas de reservas, subida de tipos, devaluación, inflación.
Estamos ante un nuevo escenario que rompe con el precedente en el caso de los países emergentes, no son casos aislados, es un cambio de tendencia. Es un nuevo escenario porque lo que ha estado impulsando el crecimiento económico ha sido la FED. Recuerdan lo del helicóptero de Bernanke tirando dólares, política monetaria drástica y contundente utilizando ortodoxia y heterodoxia. Sí, Norteamérica beneficiada pero en los emergentes también se tiraron dólares a tipos cero. Guste a quien guste la economía mundial se basa en el dólar y la política monetaria americana ha cambiado, serán pasos lentos, muy lentos para los yanquis, pero para los emergentes la salida de divisas será muy rápida. ¿Inseguridad, volatilidad? Miren el precio del oro.
Miguel A. Bernal Alonso, profesor y coordinador del departamento de investigación del IEB.