Firmas

Algunas teorías económicas ya no encajan



    Es conocido que el Banco Central Europeo vela por el buen funcionamiento de la Unión Monetaria dirigiendo el Sistema de Bancos Centrales para conseguir mantener la estabilidad de los precios en la zona euro, así que como sus medidas determinan la situación económica de los ciudadanos.

    La paradoja de tener que aplicar una única política para países con situaciones heterogéneas ha sido hasta ahora superada mediante los programas de financiación a largo plazo (LTRO), por los que se ha inyectado en la banca europea más de un billón de euros por un plazo de tres años. Dicha acción fue criticada desde ciertos países tanto por la lentitud en ser aplicada, como por la magnitud de su presupuesto en comparación a otras zonas monetarias. Así, mientras la Fed multiplicó por cuatro su balance desde el comienzo de la crisis en 2007, se comprueba que el del BCE sólo se duplicó, aunque en el último año el BCE lo ha reducido más de un 10%.

    Esto ha supuesto que el dólar se ha devaluado frente al euro (1,38 dólares), mientras que el crecimiento interanual del PIB en USA (1,8%) ha aumentado mucho más que el negativo -0,4% europeo, pero además y en contra de toda lógica, dicho incremento de sus masas monetarias no ha redundado en una elevada inflación interanual (1,2% en USA y 0,9% en la zona euro), lo que ha ocasionado que su índice de desempleo (7,3%) haya disminuido hasta niveles similares a los anteriores a la crisis, mientras que en la zona euro (12,1%) es inaceptable.

    Lo expresado nos hizo revisar desde el comienzo de la crisis ciertas afirmaciones que antaño fueron generalmente aceptadas en el campo de la Macroeconomía o la Política económica, como que: "Todo incremento de las masas monetarias ocasiona incrementos de la inflación en esa zona", "todo incremento de liquidez guarda relación con el nivel de desempleo existente" o que "se sigue manteniendo la teoría cuantitativa del dinero". Puesto que si se confirmasen las anteriores los bancos centrales tendrían el poder de producir una reducción del paro, mediante el uso de una política monetaria expansiva, mientras que si las anteriores afirmaciones fuesen negadas, podría llegarse a la situación en la que ciertas medidas del BCE fuesen inútiles o contrarias al fin perseguido.

    Pues bien, para el período enero 2007 a febrero 2013, demostramos la inexistencia de relación lineal (ni siquiera en términos logarítmicos) entre las variaciones mensuales del IPC y los agregados M1, M2 y M3. De igual forma, se demuestra para ese período de tiempo la variabilidad de la velocidad-renta del dinero, al seguir movimientos acelerados, con aparente ausencia de un efecto de Fisher, así como el establecimiento de correlaciones espurias o sin sentido entre el desempleo y la liquidez, puesto que nos encontramos ante series temporales no estacionarias y no cointegradas para las que no se puede concluir la existencia de causalidad (en el sentido de Granger).

    Y, ¿a qué se pudo deber esta relación espuria? A la existencia de otro factor determinante distinto a los estudiados. Así, las conclusiones presentadas indican que el desarrollo de las finanzas en un mundo con escasas trabas al libre movimiento de capitales (líquidos o no, como los pertenecientes al shadow banking system), desde el mercado financiero virtual al mundo económico real y viceversa, está ocasionando que algunas de las afirmaciones generalmente aceptadas, hayan sufrido modificaciones o incluso, deban ser negadas en la actualidad, lo que a nuestro juicio nos obliga a revisar todas las afirmaciones económicas pasadas a los hechos reales que acontecen desde enero de 2007.

    Nuestra denuncia surge porque las autoridades legislativas y monetarias de la zona euro siguen adoptando medidas en base a algunas teorías económicas que han dejado de encajar en los hechos actuales, pues, ¿para qué se aumentaron o disminuyeron dichas masas si desde 2007 no guarda relación con la inflación?, ¿tiene sentido mantener una futilidad que está ocasionando tantos daños a tantas personas?, ¿o la argumentación mantenida desde la mayoría legislativa europea es incoherente con lo que pudieran perseguir algunos (su financiación a tipos negativos), aunque suponga que otros sólo puedan hacerlo a tipos desorbitados?, ¿ayuda dicha praxis a la idea de Europa?

    Si los Estados se pueden financiar fundamentalmente por tres vías, los tributos, la emisión de nueva deuda y la creación de liquidez. La tercera de estas posibilidades está prohibida, pues se ha cedido dicha capacidad al BCE y la segunda opción está seriamente yugulada en numerosos países por su elevadísimo coste o ausencia distinta a los programas LTRO, por lo que los ciudadanos de países afectados estarán abocados a un progresivo deterioro de su situación económica y patrimonial, hasta el irrevocable incumplimiento de sus compromisos de pago, favoreciendo comportamientos económicos irracionales que podrían acabar determinando el mando absolutista de unos pocos.

    ¿Qué ha podido cambiar desde 2007 para que esto suceda? El mercado financiero forma parte del diagrama del flujo circular de la economía, como vehículo transmisor desde el ahorro privado hacia la inversión en el mercado de bienes y servicios, pero desde 1986 (desarrollo de la city y otros con sus prácticas over the counter & off balance sheet) dicho sector virtual se ha ido desarrollando hasta llegar a alcanzar un volumen superior a nueve veces el tamaño de la realidad (suma de los PIB de todos los países del mundo). A nuestro juicio, ese volumen no ha sido considerado totalmente en los modelos de economía avanzada y pensamos que quizás sea importante estimar los efectos que tiene esa causalidad virtual en la realidad económica mediante el uso de modelos teóricos. También hay que plantear a nuestras autoridades yugular bajo su estricto control el cordón umbilical existente en la actualidad para el trasvase de liquidez entre el mundo financiero y el mundo económico real (fundamentalmente para el segmento de éste denominado como shadow banking system, que se estima que supone ya más del 30% del total del anterior y por tanto, más de tres veces el valor económico de la economía real). También es importante para justificar por qué ni las recomendaciones realizadas por seguidores de la escuela económica austríaca ni las de la escuela keynesiana, parecen resolver aparentemente la problemática económica y social de la crisis actual a nivel mundial.

    Pues los enormes volúmenes de masas monetarias generadas en las cuatro principales zonas monetarias del globo (más de seis billones europeos de dólares en seis años), no han ido técnicamente a ser impresas como billetes de dinero físico que entraron en circulación por parte de los ciudadanos, sino que lo hicieron tras los enormes quebrantos volatilizados en las burbujas acaecidas desde 2001 a 2007, a modo de apuntes contables para equilibrar el balance de numerosos bancos, mediante la adquisición de sus activos financieros con remuneración de éstos, lo que desincentivaba a los primeros a otorgar crédito al mundo económico real al aportar un mayor riesgo. A nuestro juicio, esta es la explicación que provoca que acepciones válidas anteriormente, comiencen a no ser siempre ciertas en la actualidad y que por tanto, no se esté traduciendo (de momento) en incrementos de la inflación y/o actividad económica real.

    Pero esto no significa que la inflación no pueda aumentar de forma súbita y agresiva en una zona monetaria en el futuro, puesto que cuando la rentabilidad-riesgo ofrecida por empresas o familias supere a la de los bancos centrales, la liquidez existente en el mundo virtual se extenderá en la misma en su forma real superando a su demanda y generando nuevas ineficiencias, que ante siguientes disminuciones del par mencionado, abandonaría al "enfermo sin posibilidad de tratamiento", con las consecuencias sociales que dicha fuga provocaría (observen lo que pasará en Brasil a partir de 2016, si las autoridades mundiales no modifican su praxis).

    De igual forma, analizando los estados económico-financieros de numerosas empresas y cooperativas y la mora bancaria publicada, nos hace pensar que aún podrían existir entidades (financieras y no financieras), cuyos balances no se ajustan exactamente a su realidad patrimonial, por lo que funcionarían como drenantes de liquidez, cuyo quebranto no es recogido por el BCE como una merma de las masas monetarias de la zona euro.

    Lo anterior supondría que conforme más esfuerzos de austeridad en el gasto fuesen exigidos a la población por parte de las autoridades, coexistiendo con entidades drenantes de liquidez, mayor será el descenso del PIB por habitante en esa zona económica y por tanto en las mismas, se agudizará el progresivo trasvase de la deuda privada a pública (por amortización de la primera y mayor necesidad de gasto asistencial de los Estados a la población más necesitada), el favorecimiento a quien posea activos financieros (al percibir una rentabilidad superior a los generados por la economía real) en el corto plazo, pues surgirán nuevas burbujas, el incremento de las desigualdades entre su población y un aumento de los desajustes existentes entre la realidad y lo esperado al aplicar los axiomas y modelos que fueron fundamentales en el pasado para la ciencia económica.

    Antonio Carbonell y José Angel Roldán, profesores del Grado en Administración y Dirección de Empresas de la Universidad de Córdoba.