Firmas
La economía española al cierre del año
España lleva dos años asentando las condiciones que permiten volver a una situación de crecimiento, que permita el aumento del empleo y el crecimiento de la economía. El momento no es el más adecuado. Por un lado, el recurso a medidas expansivas por parte a los EEUU y, ahora por parte de Japón, indica la debilidad de ambas economías que auguran tensiones futuras.
En la UE son varios los países de la zona euro que tienen una deuda que supera el PIB, lo que aumenta la carga fiscal y reduce la capacidad de compra de las familias y frena las ventas que podrían conseguir en ellos la producción de países como España.
Uno de los puntos delicados del país es el paro, que fue creciendo en el pasado gobierno y en inicio del actual. Los cambios en la normativa laboral y el aumento de la demanda han permitido frenar el paro en el pasado mes de noviembre, en el que se cambió el rumbo con una reducción de 2.475 en el número de desempleados a la Seguridad Social, lo que no ocurría desde 1989. También se incrementó el número de autónomos en número de 3.816 personas.
Son pasos importantes por más que el número de parados ronde los cinco millones y que el número de afiliados esté en 16,9 millones de ocupados, pero apunta a acercarse al cambio de rumbo en el empleo. Las causas están, de una parte, en la mejora en la eficiencia de las empresas, la reducción de costes y, en consecuencia, la capacidad de vender en un entorno complicado. Por otra parte, los pasos adelante para recuperar el mercado único español, con la eliminación de varias licencias para una misma actividad realizada en diferentes comunidades autónomas y la seguridad que aporta la Ley de Garantía de la Unidad de Mercado que entró en vigor el 11 de diciembre.
El coste laboral unitario de España era de los más elevados de la OCDE. Para los años 2013 y 2014 El OECD Economic Outlook 94 data base, de este mes de diciembre, da para España una reducción del menos 1,3 para 2014 y de 2,6 en 2013. Es la segunda que más se reduce, siendo el país que más sube Estonia, con subidas del 2,9 y 6,0 por ciento en los mismos años. En los 21 países de la OCDE solo hay seis con reducción, lo que mejora la posición competitiva de España.
En los últimos años la financiación ha sido difícil de obtener y muy costosa para todo el país. Incluso las Administraciones Públicas que han debido pagar por ella más del 10 por ciento -hace dos meses-, frente a la posición de hoy con el 1,07 por ciento del bono a dos años y el 4,12 por ciento del bono a cuatro años lo que, en un entorno donde los ingresos se reducían, ese coste se elevaba.
Administración y empresas
El conjunto de la deuda de las Administraciones Públicas, las familias y las empresas superaba el triple del PIB, sin contar la banca, con lo que no era posible reducir la deuda acumulada y ni siquiera el coste de coste de la nueva. La UE ha considerado que se estaba reduciendo el exceso del gasto y el país se adaptada a las nuevas circunstancias, lo que ha dado como resultados una reducción del coste de la nueva deuda, que está por debajo de la mitad de la anterior, lo que favorecería a las empresas, si bien la banca habrá de tener las provisiones de rigor.
Las empresas españolas han conseguido que sus ventas al exterior superasen el valor de las compras en 2012. Fue algo inusitado que difícilmente se logrará en 2013 debido a la reducción de la actividad económica de los principales países compradores. Por otra parte, se ha salido de la recesión gracias a la evolución de la demanda interior y, a pesar de la atonía se espera mantener las ventas de 2013 aumentadas en países que mejoran sus posiciones como Portugal, un cliente de siempre está mejorando su posición.
El conjunto de estas medidas ha dado seguridad a la inversión extranjera que en este año, hasta septiembre, la balanza financiera aportó unas entradas netas por valor de 46.777 millones de euros.
Con vistas a 2014
Pensando en 2014, la reducción de costes y tiempo que aporta la Ley de Garantía de Unidad del mercado ayudarán a las ventas internas y externas. También está la reducción de deuda de las empresas que se están desapalancando, aunque lejos de la situación anterior a la entrada en la UE, cuando el conjunto de las empresas españolas era el menos apalancado de la UE. El ahorro de las familias presumiblemente se irá en buena parte a reducir su endeudamiento. El conjunto de las Administraciones Públicas aumentará su deuda acercándose al 100 por cien del PIB y, a corto plazo, sólo puede ayudar la reducción del coste de la financiación de la UE.
Las nuevas leyes que se han aprobado en España y las de la UE deberían completarse con la mejora generalizada del aprendizaje, lo que requiere combinar estudio y práctica en España y en el extranjero.
Joaquín Trigo Portela. Director General del Instituto de Estudios Económicos.