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Alternativa a la reducción de las pensiones



    El inconveniente de acometer simplemente la fijación de los factores de sostenibilidad en la reforma de las pensiones es que actuarán, si se me permite el símil, como las guindas que perfeccionan el pastel. El problema es que el pastel, el sistema, no ha sido perfeccionado previamente, está deformado, es incompleto, tiene una ordenación jurídica arcaica y caótica. En definitiva, carece de la armonización necesaria con la realidad social y laboral sobre la que opera. El problema es que sólo pretendemos dar prioridad al ajuste económico.

    La ordenación de nuestro sistema, lógicamente, responde a la complejidad de su historia, incluso podríamos decir que la historia está demasiado presente en su ordenación, lo que ya no es tan lógico. Las líneas constantes de reforma han sido excesivamente parceladas y normalmente inacabadas, combinándose lo viejo y lo moderno con un grado de complejidad que debilita sustancialmente los espacios de seguridad jurídica.

    Siendo prudente y sin alterar la estructura legal de nuestro modelo, me referiré a las principales líneas de actuación, que se deberían tener en cuenta:

    - Reformar la ordenación de la Incapacidad permanente y de la muerte y supervivencia, cuya regulación procede de principios del siglo pasado.

    - Proceder a la regulación de la prejubilación, ya que se utiliza, pero no existe.

    - Supresión de las singularidades económicas de los riesgos profesionales, esto es, unificar las fórmulas de cálculo y remitir a la negociación colectiva las posibles mejoras de la protección. La normativa procede de medidas del siglo pasado.

    - Reordenación de las Mutuas de accidentes de trabajo fomentando el proceso de fusión y concentración del sector (una labor inacabada) y replanteamiento de la financiación de los riesgos profesionales.

    - Extensión de la ordenación de jubilación con carácter universal, aplicando las mismas reglas a los funcionarios, entre ellas, la edad (inexistente), así como eliminar las disfunciones entre los sistemas de cálculo de las pensiones de los trabajadores y de los funcionarios (labor inacabada).

    - Unificar los regímenes existentes en dos, el general para los trabajadores por cuenta ajena y el de autónomos, para los trabajadores por cuenta propia (reforma incompleta).

    - Elevación de los topes de cotización para asimilarlos a los salarios, así como elevación ponderada de la aportación del trabajador a la Seguridad Social (anclada en el tiempo e inferior a la de todos los países europeos).

    - Reforma de la cotización de los trabajadores por cuenta propia para adecuar bases y rendimientos profesionales, así como eliminar la posibilidad de opción de la base de cotización (inexistente).

    - Incorporación obligatoria de los profesionales colegiados al Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA), dejando las Mutualidades con carácter complementario (reforma inacabada).

    - Establecer la cobertura obligatoria de todo el sistema protector del RETA, ahora existe como parte voluntaria.

    - Reordenar el sistema de protección de los trabajadores a tiempo parcial con criterios propios del sistema independientes de la ordenación laboral. Igualmente, implantar el trabajo a tiempo parcial de los trabajadores por cuenta propia, que está previsto pero es inexistente.

    - Reordenar la protección por desempleo, así como su financiación, diferenciando los espacios contributivos y asistenciales.

    - Intensificar el control y lucha contra el fraude en materia laboral, fiscal y de Seguridad Social, intensificando la actuación inspectora y el aparato sancionador. Potenciar los instrumentos de recaudación para todos los estamentos, públicos y privados, cualquiera que sea su actividad, incluida la deportiva.

    - Potenciar el tránsito de la economía informal a la legalidad (inexistente en términos específicos).

    - Derivar a la financiación mediante impuestos de todas las medidas que tienen carácter social -tiempo reconocido de cotización por parto, cuidado de hijos y familiares, reducciones de jornada, excedencia, servicio militar...-. Esta derivación a la financiación con impuestos tan solo se ha efectuado con el complemento de las pensiones mínimas.

    - Profundizar en la separación de fuentes de financiación que está sin completar.

    - Constituir la Agencia de la Seguridad Social (prevista y no realizada).

    - Elaborar una nueva Ley de Seguridad Social. La vigente procede de 1966 y carecemos de sus correspondientes reglamentos -salvo excepciones-, que recojan las reformas planteadas.

    Como puede apreciarse las asignaturas pendientes son tantas y de tal envergadura, por su necesaria modernización, racionalidad e impacto sobre la relación ingresos y gasto, que hablan por sí mismas. Actuar sobre ellas supone una alternativa a la bajada de pensiones frente al factor de sostenibilidad.

    José Luis Tortuero Plazo, Catedrático de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social (UCM) y miembro del comité de Expertos para la reforma de las pensiones.