Firmas

La búsqueda de talento



    Cuando se trata de talento, los consejeros delegados coinciden: si bien nunca ha habido tanta gente educada y con movilidad social en el mundo, contratar a las personas correctas -y ubicarlas donde más se las necesita- resulta más difícil que nunca.

    Este desafío surge una y otra vez en mis conversaciones con líderes empresariales en todo el mundo. Y también fue uno de los resultados fundamentales de la reciente Encuesta Global de CEO de PricewaterhouseCoopers. Más de la mitad de los encuestados -el 62 por ciento en Asia Pacífico, donde se encuentran la mayor fuerza laboral y las economías de más rápido crecimiento- respondieron que el hecho de no poder encontrar la gente adecuada podía afectar su posibilidad de crecimiento. La razón es una deficiencia crónica de habilidades y una discordancia entre la oferta y la demanda. El crecimiento de los mercados emergentes está creando empleos en lugares donde resulta difícil encontrar la gente apropiada. La competencia internacional y local por trabajadores que tengan las destrezas correctas es cada vez más intensa. Se están creando nuevos tipos de empleos -en industrias viejas y nuevas- para los que muchos recién licenciados están mal preparados. La demanda no se limita a un conocimiento técnico; las empresas buscan experiencia internacional, habilidades blandas amplias y adaptabilidad.

    Mientras tanto, las tendencias demográficas, particularmente en las economías desarrolladas, hacen que la fuerza laboral se achique y dé lugar a una nueva generación de empleados con expectativas diferentes. La oferta de mano de obra se reduce a medida que la gente envejece y caen las tasas de natalidad. Y la gente joven muy exigente, habituada a la tecnología, tiene una perspectiva muy diferente del trabajo, de la flexibilidad y de las recompensas. La retención también es un problema importante, debido a la espiral de las compensaciones que se dan por el cambio de un empleo a otro, pero la lealtad también decae por otras razones.

    No hay una salida fácil. Recurrir a mano de obra infrautilizada -mujeres y trabajadores mayores- puede ayudar a las empresas a enfrentar la crisis de talento. Pero, aunque cada vez más compañías invirtien en diversidad e inclusión, cuesta obtener resultados reales.

    Algo es seguro: para enfrentar estos desafíos, no se puede seguir como antes. Los líderes empresariales necesitan pensar cómo administrar su fuerza laboral, con la gente adecuada en las posiciones idóneas. Parece simple, pero hacerlo es cada vez más difícil. Además de una mejor planificación de la fuerza laboral, un entendimiento y respeto por lo que los empleados realmente valen es vital para forjar una organización que atraiga, motive y retenga el mejor talento. Otro paso importante es establecer vínculos con los proveedores de nuevos talentos -escuelas, universidades y programas de pasantías-. Los programas de la educación tradicional no siguen el ritmo del cambio ni cumplen las necesidades de las empresas; pero aplicar cambios requiere de líderes empresariales que se comprometan plenamente con los educadores y los responsables de estas políticas. Hay indicios de que las cosas están cambiando. Las empresas empiezan a adoptar una estrategia a más largo plazo a la hora de achicar la brecha entre lo que tienen, lo que necesitan y lo que hay disponible. Esto implica centrarse en buenos planes de sucesión, estrategias de movilidad y programas de diversidad y no relegar estas iniciativas a una idea de último momento. Este tipo de análisis es más crucial cuando las empresas penetran en nuevos mercados donde diferentes riesgos (escasez de talento local, alto nivel de recambio o alza de los costes) pueden marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso. A la vez que la alineación de las estrategias personales con los objetivos comerciales se vuelve más crítica, el papel de los recursos humanos cobra más significado. Los planes vinculados al talento se vuelven un elemento integral de los planes de negocios.

    En la Reunión Anual del Foro Económico Mundial modero una sesión sobre "El contexto del capital humano", donde analizaremos los cambios que hacen de estos desafíos una cuestión central para las empresas. Abordamos la profundidad del problema del talento, la naturaleza estructural del desempleo juvenil y el impacto de la tecnología en la educación de la fuerza laboral. Promete ser un debate interesante, animado y transcendente.

    Dennis Nally, Presidente de PwC Internacional.