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¿Está preparado el sistema educativo para la formación online?

  • El debate se plantea entre la educación fuera de clase o la formación online
  • La formación social y de valores debe ser compatible con los espacios virtuales
  • La Educación Superior de hace más de 50 años también puede ser ahora objeto de inspiración

Ferran Amago

Estamos en plena fase de desconfinamiento y vemos cómo priorizamos la apertura de los comercios, los centros económicos y, sobre todo, ¡las terrazas! Pero, ¿tendremos clases antes de finalizar el cursos escolar? ¿Volverán los alumnos a las aulas? Desde el inicio del confinamiento el sistema educativo se ha visto alterado por el cierre de los colegios y la marcha de los jóvenes a sus casas. Ello ha comportado una súbita interrupción del segundo y tercer trimestre, éste último crítico para las evaluaciones finales. Seguro que los alumnos se acordarán toda la vida de esta experiencia inolvidable de 'disfrutar' de dos meses fuera de las aulas sin ver a los profesores y amigos, sin jugar a fútbol en el patio o enseñarse los mensajes de los móviles.

En vista a cómo van hablando los responsables de los departamentos de Educación o de Enseñanza de las diferentes Comunidades Autónomas o del Estado, vemos que tenemos un gran despiste sobre cómo actuar respecto a las acciones a tomar de forma inmediata o para el curso siguiente. Sobre todo, me cuestiono enormemente que los sistemas educativos estén preparados para un cambio conceptual respecto a las clases presenciales. También me cuestiono que se esté hablando tan banalmente de la formación a distancia y no se explique fielmente que lo que están haciendo los alumnos es "formación fuera de clase" pero no online o a distancia. Por ahora, sólo hemos puesto, cuando ha sido posible, un ordenador por delante del alumno y del profesor pero no hemos cambiado ni metodología, ni contenidos, ni …

Por ello, es sumamente crítico explicar brevemente lo que ha sido una historia de éxito de la Educación Superior en Cataluña y en España para que se vea el camino que debemos recorrer (aunque sea de forma más breve) en el sistema educativo obligatorio para que se entienda que cabe cambiar el sistema pedagógico y el seguimiento curricular de los alumnos. Analicemos si estamos preparados…

Hace 50 años, en los años 70, nació la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) que impartía clases a distancia enviando los tomos en papel y haciendo los cursos amenos mediante llamadas telefónicas y exámenes presenciales. Poco a poco, la UNED ha ido evolucionando y digitalizándose más para convertirme en la universidad a distancia de referencia estatal con más de 260.000 estudiantes; 26 títulos de grado, 43 másteres y casi 400 actividades de extensión universitaria.

Por mi parte, hace 30 años, y desde que a principios de los años 90 empecé mi andadura en esos temas de la formación en el Centro de Alta Especialización en Tecnologías de la Información (CAETI) de la Generalitat de Catalunya, ya diseñamos formación online en un mundo que, eminentemente, era presencial. En el CAETI, avanzamos para que los CEO's de las empresas adoptaran las tecnológicas que, ahora, llamaríamos de transformación digital y de formación online. En aquella época un grupo reducido de personas nos encargábamos de llevar a las empresas esas nuevas tecnologías y hacer talleres prácticos con los CEOs para que aprendieran a perder el miedo a una cosa nueva que se llamaba tecnología a través de Internet. Cabe recordar que, en aquella época, no había el Internet de alta velocidad que conocemos ahora ya que nos conectábamos con equipos para aprovechar las redes de telefonía de voz (los llamados módems) para transmitir datos de forma muy precaria. Todo ello, gracias al ingenio y visión de una gran persona llamada Santiago Guillén que nos dejó su legado y que se 'fue' hace muy poco mereciendo un homenaje como precursor de la revolución de los sistemas educativos y de la digitalización industrial.

En esa época nacieron dos iniciativas en paralelo que son significativas recordar: nace en 1994 la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) como una visión nueva y diferente mediante un proyecto liderado por su rector fundador, el eminente doctor Gabriel Ferraté. Inventó todo un revolucionario sistema de formación basado en una formación 100% online y un campus virtual muy novedoso. Tuvo que invertir muchos recursos en los sistemas de información, en el cambio pedagógico y en los contenidos ya que venían conceptualizados para una formación a distancia guiado por tutores y docentes que llevaban en las venas esa forma de enseñar y formar. Paralelamente a la UOC, nació la Fundación Universitaria Iberoamericana (FUNIBER) en 1997 para dar soluciones de formación continua y postgrado gracias a los contenidos mixtos de papel y online. El doctor Gracia y su amigo Escolá se centraron en que nadie dejase de estudiar ni por motivos económicos ni por estar en ciudades pequeñas de cualquier país de Iberoamérica. La Fundación concibió programas académicos para todo el mundo latinoamericano fomentando el trabajo colaborativo entre universidades españolas y latinoamericanas. FUNIBER ha servido de referente para las personas que querían realizar un máster o una especialización y que sus sistemas económicos no se lo permitían. A partir de allí surgieron universidades en USA y en México, la Universidad Internacional Iberoamericana (UNINI) con grados, másteres y doctorados reglados por las autoridades locales. Todo ello, ya con criterios 100% on-line y con centenares de miles de alumnos en todo el mundo y beneficiándose de sus exitosas y singulares becas. Otro modelo diferente y exitoso surgió como combinación de sistemas con Grados presenciales con materiales didácticos como si se tratase de un programa 100% online. Es el nuevo modelo educativo de la Universidad Europea del Atlántico en Santander que consigue un modelo presencial con más sesiones prácticas y fomentando el "aprender haciendo" y el trabajo en equipo.

Han pasado 50 años desde el inicio de la formación a distancia y 30 de la irrupción de la formación online. Por ello, y ahora que tenemos mucha experiencia de éxito acumulada debemos partir de ellos para acortar las necesidades inminentes de nuestro sistema de educación obligatoria. Me gusta recordar que la anulación de las clases presenciales para todos los alumnos durante este tiempo sólo ha sido una adopción de la formación no-presencial. Querría hacer esta apreciación y puntualización sobre el nombre y el significado del mismos para entender la diferencia de ambos sistemas educativos. Ello nos debería poder recorrer un futuro de esperanza ya que habrá que cambiar métodos pedagógicos, maneras de entender la socialización de los alumnos, capacitar a todas las partes, mejorar contenidos y la forma de evaluarlos.

Una educación no presencial, como su nombre indica, es la que no va a un lugar físico… se llame aulas, auditorio, gimnasio, etc: El alumno no se sienta en su pupitre; el profesor no está en su mesa en la cabecera de la clase mirándolos a todos, los libros no están encima de las mesas. Ahora, en esta educación no presencial (que no distancia) el alumno sigue manteniendo unos horarios concretos como si estuviera en la Escuela o Instituto, mira los mismos contenidos de las páginas del libro que los profesores van asignando en los horarios que les toca y siguen entregando sus deberes en papel (ahora en digital) mediante mail. Pero, no hemos cambiado ni el método ni la organización ni los roles, … sólo hemos cambiado los espacios físicos.

"Pensemos más en los cambios de metodología pedagógica y no en las herramientas tecnológicas siempre dispuestas como Moodle, Sakai, Chamilo, Edmodo, Classroom, Blackboard"

Por ello, creo que los Departamentos de Educación y Enseñanza de las diferentes Comunidades Autónomas, junto con el Ministerio de Educación, debe entender que hemos entrado en un mundo nuevo. Debe apoyarse en los ejemplos de éxito que he expuesto inicialmente para la Educación Superior para que ayuden a cambiar los métodos pedagógicos de enseñanza, crear espacios reales de educación online (en contra de 'a distancia') y volver a los alumnos responsables de su formación con una implicación del profesorado.

Los espacios, ya no serán iguales en las aulas. Se debe reducir la capacidad ocupacional en ellos pero los alumnos no pueden estar en casa haciendo lo mismo que han realizado estos dos meses. Los Sistemas Educativos deben avanzar en una nueva educación participativa y formativa en casa y en las aulas con componentes que no se han enseñado ni a las maestras ni a los maestros hasta ahora.

Por ello, este curso 2019-20 y el curso escolar 2020-21 deben ser los años donde el cambio conceptual de la educación reglada y obligatoria, como la entendemos hasta ahora, nos permita un cambio de paradigma en el que se oriente al alumno a una capacitación combinada con conceptos presenciales, a distancia y mixtos que serán los que se requieran en el futuro para ellos.

Pensemos más en los cambios de metodología pedagógica y no en las herramientas tecnológicas que siempre estarán dispuestas (Moodle, Sakai, Chamilo, Edmodo, Classroom, Blackboard…). La tecnología no resolverá lo que tenemos que crear en valores, capacidades, formación, equidad, etc. y, sobre todo, la necesidad de que los docentes cambien los contenidos y las maneras de evaluar y 'estar en clase'. Los ejemplos históricos de la Educación Superior de hace más de 50 años nos pueden servir para aprender muy bien de ellos y apoyarnos en su capacidad y sus profesionales para conseguir una educación obligatoria de muy alto nivel como requiere la sociedad de valores de futuro.

Apoyemos al sistema educativo actual y a sus profesionales para crear un mundo nuevo que siga creyendo en la formación social y de valores y que lo combine con unos espacios online (lejos de los actuales no-presenciales) para un aprendizaje completo de los futuros/as profesionales, padres/madres y educadores. Debemos estar preparados para una formación a distancia que prime los valores formativos y sociales y que ayude a socializarse y a no aislarse.

Ferran Amago es director Ejecutivo Leitat Chile. Experto en Telecomunicaciones y su Regulación y Estandarización. Exdecano del COITT y COETTC.