La crisis llega a la I+D farmacéutica
Los grandes laboratorios están levantando el pie del acelerador de la I+D. La razón es sencilla. Los costes de desarrollar un nuevo medicamento se han duplicado en diez años (cerca de 800 millones de euros) mientras que el porcentaje de éxito de las investigaciones es cada día menor.
En 1999, por ejemplo, se registraron 42 nuevas moléculas en el mundo, mientras que el año pasado tan sólo fueron 33. En España, los datos son todavía peores: sólo 25 principios activos obtuvieron luz verde, de los que cinco fueron medicamentos huérfanos.
Por eso, afinar la puntería para mejorar la productividad de las millonarias inversiones en investigación se ha convertido en una urgencia para las farmacéuticas. Máxime cuando en los próximos cinco años un elevado número de medicamentos perderá su patente, poniendo en riesgo el 26 por ciento de las ventas del sector, según los datos facilitados por IMS a este periódico.
Es decir, que si los ingresos totales del mercado farmacéutico fueron de 713.090.681 millones de euros en 2009, cerca de 182.000.000 millones de euros vinieron de la mano de aquellos fármacos que de aquí a 2015 tendrán que enfrentarse a la compentencia de los genéricos. Cuando esto sucede, "la facturación del fármaco que ha perdido la patente suele caer de media por encima del 50 por ciento", destaca Miguel Martínez Jorge, Business Line Manager en IMS Health.
Contramedidas
Frente a este panorama tan desolador, los grandes laboratorios llevan ya años preparándose para reducir costes, a costa incluso de la I+D, el motor hegemónico de la actividad farmacéutica. Pero éste no es un hecho aislado. Algunas de las compañías que ya no ven tan clara la rentabilidad de su investigación, por lo menos en ciertas áreas terapéuticas, son gigantes del sector como AstraZeneca, GSK o Pfizer, situadas en el ránking de las diez primeras farmacéuticas del mundo.
De entre todas ellas, la compañía que por el momento ha asumido recortes más drásticos en la investigación ha sido la multinacional anglosueca AstraZeneca. El laboratorio sorprendió a los mercados el pasado 2 de marzo al anunciar que ponía fin a sus proyectos de investigación en diez áreas médicas. Diez improntas que han dado soporte a las ventas del laboratorio durante la última década: trombosis, cáncer de ovario y vejiga, reflujo ácido, esquizofrenia, trastorno bipolar, ansiedad, hepatitis C y depresión, entre otras.
Así, la simplificación de su área de I+D supondrá el despido de 3.500 científicos y técnicos especializados hasta 2014, dentro de un plan de recortes que afecta a más de 8.000 trabajadores cualificados y que, sin embargo, no tendrá repercusiones en la filial española, ya que el grupo no mantiene aquí ningún centro de investigación abierto.
Además, la compañía en España ya hizo sus recortes en abril de 2009, cuando suprimió 132 empleos de la red comercial y puso a la venta el centro de envasado y distribución de medicamentos que tenía en Porriño, en la localidad de Vigo. Estas medidas, no obstante, formaron parte de un recorte global de plantilla más amplio que en total afectó a cerca de 15.000 trabajadores a lo largo de 2009.
En la línea
El mismo camino ha emprendido GlaxoSmithkline (GSK). La británica también reducirá gastos en I+D empezando por su línea de tratamientos para la depresión, con la que quiere ahorrar más de 550 millones de euros hasta 2012. La multinacional cerrará en esta ocasión los centros situados en el Reino Unido, Suecia y Estados Unidos, para concentrar sus esfuerzos y recursos en otras plantas más pequeñas.
La buena noticia, de nuevo, es que la filial española de GSK no sólo no se verá afectada, sino que el centro de investigación de Tres Cantos (Madrid) se verá potenciado con una nueva línea de investigación de ocho millones de dólares para enfermedades tropicales olvidadas.
Aún así, la tendencia es clara. Entre 2008 y 2009 GSK redujo su plantilla de I+D en 1.200 efectivos de un total de 15.000 profesionales. Una vez más, el ajuste de plantilla de esa área se incluye dentro de otro plan de recortes más amplio que podría dejar en la calle a más de 4.000 trabajadores, los cuales se sumarían a los 2.000 despidos que el laboratorio efectuó en la red de ventas de la compañía en 2009.
Otro laboratorio inmerso en una profunda reestructuración es Pfizer. Por delante tiene la tarea de hacer frente a la pérdida de la protección comercial de sus principales medicamentos. Hasta un 53,8 por ciento de sus ventas, superiores a los 36.500 millones de euros el año pasado, están expuestas al vencimiento de patentes millonarias y la competencia de los medicamentos genéricos para los próximos cinco ejercicios.
Por suerte para la empresa, la megafusión con Wyeth por 52.500 millones de euros alivia de cierta forma esta situación, ya que gracias a la cartera de productos de ésta última Pfizer ha logrado que ese porcentaje se reduzca hasta el 44,1 por ciento.
Pese a todo, para el líder mundial en ventas sigue siendo urgente encontrar recambios para su cartera y reducir la "lipitordependencia". Y es que sólo el fin de la exclusividad comercial de su fármaco estrella contra el colesterol (Lipitor) en 2011 comprometerá unos ingresos de 8.363 millones de euros. Para contrarrestar sus efectos, además de la fusión con Wyeth, Pfizer anunció en enero un plan de recortes del que tampoco se libró la I+D.
El grupo tiene previsto despedir entre un 5 y un 8 por ciento de sus investigadores en todo el mundo, aunque no se sacrificará ningún desarrollo futuro de medicamentos ni tampoco se tocará la planta madrileña que el laboratorio tiene en San Sebastián de los Reyes, según han aclarado fuentes oficiales de la compañía.
Así, en total se verán afectados cerca de 800 científicos de un equipo de más de 11.000 personas y se cerrarán cinco de los 46 centros de investigación que el grupo tiene abiertos por todo el mundo, como consecuencia de un proceso global que dejará en la cuneta a 20.000 trabajadores, el 15 por ciento de una plantilla de 130.000 efectivos. El fabricante de Viagra espera ahorrarse así 2.300 millones de euros a partir de 2011.
Mercado de genéricos
Dentro de esta organización de la I+D, la multinacional se centrará en la investigación de vacunas, medicamentos biológicos y seis áreas terapéuticas (oncología, dolor, inflamación, Alzheimer, psicosis y diabetes). El objetivo es convertirse en 2015 en la primera compañía bioterapéutica, según explicó Martin Mackay, presidente de Investigación y Desarrollo de Terapias Farmacológicas, con el desarrollo de una cartera de medicamentos que incluye 6 vacunas y 27 biológicos.
Pero, por si acaso, la compañía también quiere sacar tajada del mercado de genéricos. Al igual que otras farmacéuticas, el laboratorio estadounidense rastrea el mercado en busca de una oportunidad para hincar el diente a este pastel. De hecho, después de que Teva haya comprado Ratiopharm, por el que el gigante americano también se interesó, parece que ha vuelto su mirada hacia Mylan, otro importante laboratorio de genéricos.
A pesar de estos recortes y el cambio de estrategia, la multinacional sigue siendo la compañía mundial que más invierte en I+D+i, independientemente del resto de sectores productivos. En 2008, la suma de Pfizer y Wyeth elevó la apuesta en investigación y desarrollo de nuevos medicamentos hasta los 8.141 millones de euros, según The Scoreboard Corporate R&D investment in 2008.
Antes que Pfizer, la fusión entre Merck (MSD en España) y Schering-Plough en 2009 se saldó con el anuncio de un ajuste de plantilla de 16.000 trabajadores, que ha convertido a la industria farmacéutica en el sector líder en despidos en los dos primeros meses de 2010 en Estados Unidos, con un recorte del propuesto de empleos de 25.857 puestos. Una cifra, sin embargo, inferior a la de 30.869 puestos de trabajo que anunció en el mismo periodo del año pasado, según cifras de la consultora Challenger, Gray & Christmas.
Exposición al riesgo
Junto con la estadounidense Lilly, las compañías mencionadas son las más expuestas a la pérdida de la patente comercial de muchos de sus medicamentos clave. AstraZeneca tiene así condicionadas el 58,1 por ciento de sus ventas; Lilly el 55,1 por ciento; Pfizer el 44,1 por ciento, Merck Sharp & Dohme el 33,9 por ciento y GSK el 38,3 por ciento, según datos de IMS Midas Market Segmentation.
Hasta la fecha, la red de ventas de los laboratorios había soportado el mayor peso de los ajustes del sector, pero esta segunda ola de despidos está afectando al núcleo duro del negocio farmacéutico debido a la falta de recambios para sus carteras de medicamentos.
Es parte de un cambio de modelo en el que las compañías se están reformulando para ser mucho más eficientes en sus inversiones en I+D, reduciendo el tiempo de lanzamiento de sus productos o aumentando las probabilidades de éxito de sus ensayos clínicos y sin perder de vista que el futuro pasa por el descubrimiento de nuevos medicamentos.
Menos lanzamientos de moléculas
Esta situación, de hecho, se refleja en el número de moléculas que han visto la luz a lo largo de los últimos ejercicios. Si bien el total de lanzamientos cae con respecto a otros años, lo hace en mayor medida dentro del área de Atención Primaria. Miguel Martínez, de IMS, aclara que "este contexto irá a más con el tiempo. En el mercado de Atención Primaria, al estar mucho más maduro y saturado que el de las especialidades, es realmente difícil encontrar fármacos que puedan llegar a ser blockbusters (medicamentos que venden más de 1.000 millones de dólares al año).
Sobre todo, dentro de este campo donde más cae la investigación es en las áreas del sistema nervioso central, cardiovascular y patologías del sistema respiratorio". Como consecuencia, los laboratorios dedican ahora sus esfuerzos a buscar fármacos cada vez más especializados.
En la misma línea se manifiesta Rafael Rodríguez Alonso, socio abogado de PricewaterhouseCoopers. "Lo fácil ya se ha inventado y ahora es el momento de enfocar la I+D hacia una medicina más especializada y segmentada en grupos de población, a través de las nuevas tecnologías, como la genómica o la proteómica". Pese a ello, Rodríguez Alonso no cree que los laboratorios estén recortando su inversión en I+D, sino adaptándola "de forma proporcional a la périda de ingresos" de los próximos años.
En España, sin embargo, el farmacéutico sigue siendo el sector industrial que más invierte en investigación al concentrar el 19,8 por ciento del total de gastos en I+D, según el INE. Su apuesta en nuestro país está además refrendada por el compromiso asumido por la patronal Farmaindustria en 2009, por el cual se comprometía a mantener el empleo y a ampliar las inversiones en I+D para los próximos años.