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El outfit más arriesgado de Kim Kardashian en París

    Zeleb


    Kim Kardashian es una mujer de extremos. O se pasa, o no llega. Y con su último modelito lo ha demostrado. Porque así es como se ha presentado en París, después de su periplo por Armenia e Israel en la búsqueda de sus raíces, y encontrando la fórmula perfecta de una combinación imposible.

    Y es que este último outfit de la socialité tiene mucho que analizar. Por un lado, su combinación. No se trata de un modelito de ropa interior propia de las celebs del siglo pasado. No, señor. En el caso de la opción de Kim se trata de un conjunto de dos piezas, compuesto por una especie de top (o parte superior del bikini, según preferencias) en color azul y anudado al cuello y, segundo, por una falda de tubo, en el mismo color, por debajo de la rodilla y de talle alto.

    Ella y sus excesos...

    Por otro lado, su maquillaje. Y es que a nadie se le escapa que Kim no suele ser de ese tipo de celebs que opta por maquillajes naturales. Ella es de las que lleva al máximo la frase de menos es más pero dándole la vuelta. Y es que Kim va perfectamente maquillada, consiguiendo mayor volumen en sus labios con un gloss, pero (la verdad) es que lo hace con varias capas de maquillaje.

    Y, tercero, sus sandalias. Porque no es la primera celeb que aparece en pleno (y lluvioso) mes de abril con unas sandalias. Pero tenemos que decir que el calzado de Kim es algo arriesgado para el tiempo que está haciendo en estos últimos días.

    Kim buscando sus orígenes

    Sin embargo, pese a que su modelito no haya sido el más acertado hasta la fecha de los que ha llevado, ella sigue ajena a todo tipo de polémicas. Porque Kim está de lo más feliz después de su viaje a Armenia e Israel, donde se ha dado un auténtico baño de masas y, además, ha celebrado un acontecimiento de lo más feliz para su pequeña (gran) familia.

    En Jerusalén, coincidiendo con su visita a la catedral de St. James, la mujer de Kanye West aprovechó para celebrar el bautizo de su pequeña North West. Algo que a la chiquilla no le terminó de gustar del todo porque, a su salida del templo, ponía esta carita.

    Fotos: Gtres