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Pasión por las dos ruedas



    El triunfo de los pilotos españoles en el Campeonato del Mundo de Motociclismo de este fin de semana marca un nuevo punto de inflexión en la historia de este deporte, donde los relojes son herramientas clave del éxito.

    Un siglo de historia compartida en trayectorias paralelas han hecho de Tudor y Ducati dos referentes indiscutibles en el mundo del motor que ahora aúnan fuerzas en un acuerdo de colaboración de 360º, en el que se incluye también el Timing Partner

    El Museo Ducati de Borgo Panigale fue el escenario elegido por ambas marcas para culminar su alianza y un reloj conmemorativo, Fastrider, el ejemplo perfecto de las sinergias que comparten.

    La alianza entre una reconocida marca de la industria relojera Suiza, con uno de los iconos en mecánica del Made in Italy, es evidente, teniendo en cuenta las numerosas similitudes que comparten las dos casas. Tudor y Ducati no solo nacen el mismo año, sino que han compartido filosofía y valores a lo largo de su historia, que han conducido a la natural asociación entre las dos empresas.

    Coincidencias que se suman a la constante búsqueda de altas prestaciones funcionales y la originalidad en el diseño que ambas profesan, combinados con un refinado estilo deportivo. También las características de los potentes motores desmodrómicos de las motos Ducati, sostenidos por sus robustos chasis, tienen mucho en común con las reconocidas máximas de resistencia, fiabilidad y precisión de los relojes Tudor, que ya en 1952 aparecían en la prensa de la época, con anuncios en los que se mostraban los relojes en las muñecas de motoristas, considerados como un referente de estilo y deportividad.

    Este recorrido común confluye de nuevo en 1946 cuando Ducati empieza a producir su primer motor, el 'Cucciolo', que rápidamente se hizo famoso en todo el mundo, mientras que ese mismo año, la sociedad Montres Tudor SA se constituía en Ginebra, preludio del lanzamiento del modelo Tudor Oyster.

    En los años siguientes, ambas empresas se concentran en el desarrollo de líneas de producto cada vez más significativas, Tudor con el cronógrafo MonteCarlo y Ducati con su moto Monster; claros ejemplos de productos icónicos de éxito, que además de representar a la marca tienen en común un estilo extremadamente deportivo. En 2007, se produce otra extraordinaria convergencia con la concreción de importantes objetivos, cuando Tudor traza un nuevo camino que ha llevado a la marca a gozar de la visibilidad que actualmente posee, y Ducati logra la conquista de su primer título mundial ganando el Campeonato MotoGP, tanto de pilotos como de escuderías.

    Altas prestaciones

    Cada marca, con una sólida y genuina tradición a sus respalda, se orienta hacia la diversificación de sus productos, centrando todo su potencial técnico y estético en ciertos modelos punteros como el Tudor Fastrider, cuyo nombre evoca el mundo de las dos ruedas. Una serie de cronógrafos de acero, equipados con el calibre Tudor 7753 de carga automática y con 46 horas de reserva de marcha, dotados con una caja hermética de 42 milímetros de diámetro, disponibles en dos versiones, con correa en piel o con brazalete de acero, intercambiables con una correa de tela negra decorada con tres líneas verticales, seña de identidad estética de Tudor, y presente también en la esfera.

    Un diseño decididamente deportivo que viene marcado por la presencia de una escala taquimétrica en el bisel y pulsadores integrados en la caja creados en PVD negro, que recuerdan los pistones de los motores. Una colección que se completa con una serie conmemorativa vestida de rojo-Ducati en las líneas verticales que adornan la correa y la esfera.

    Estos relojes están disponibles en El Corte Inglés de Nuevo Castellana.