Adéntrate en el surrealismo del triángulo de Dalí
Excéntrico y peculiar tanto en su aspecto como en sus obras, pero también un genio que supo darle al surrealismo un lugar privilegiado dentro de la pintura española. "La única diferencia entre un loco y yo es que yo no estoy loco"; solía decir el pintor. Narcisista, con delirios de grandeza y con una particular relación con su mujer, Gala... Todo ello forma parte de la personalidad de Salvador Dalí.
La vida y obra del pintor se condensa en "El Triangulo Daliniano", una ruta turística por la provincia de Gerona entre pequeños pueblos pesqueros y grandes museos surrealistas. Si quieres saber cómo vivía Dalí, dónde se crío y conocer todas sus obras, esta ruta en un rincón de la Costa Brava te enamorará.
Quizás Gerona sea una de las joyas menos conocidas de España. A 100 kilómetros de Barcelona, su casco viejo es uno de los entornos medievales más fascinantes de nuestro país. Algunas de tiempos de la Edad Media, sus casas y estrechas callejuelas, nos transportan a tiempos pasados en los que existían las ciudades amuralladas y los castillos.
Más de cien años de historia contempla esta ciudad, en la que conviven su casco viejo medieval, su call judío y su majestuosa catedral gótica, uno de los tesoros de la ciudad catalana. Pero la riqueza artística de Gerona no se queda únicamente en su ciudad: La Casa-Museo de Port Lligat en Cadaqués, el Museo de Figueres, ciudad en la que nació Dalí y el Castillo de Pubol en el municipio de La Pera en el Baix Ampordá, componen los vértices del Triángulo Daliniano, una ruta turística dedicada al famoso pintor.
Nos trasladamos al Alt Ampordá, en concreto a un pequeño pueblecito de pescadores. Con encanto mágico, caracterizado por una bahía salpicada de pequeños botes y redes de pesca en su orilla y de estrechas casitas blancas construídas sobre empedradas calles empinadas, Cadaqués se configura como uno de los pueblos más enigmáticos de la Costa Brava.
Aquí el pintor pasó muchos de sus veranos y decidió transformar un conjunto de barracas de pescadores en la que fue su residencia-taller durante varios años. Situada en la Bahía de Port Lligat y convertida en casa-museo del artista, ahora es el lugar más visitado de este pueblo. Aquí residió a lo largo de cuarenta años y construyó su casa. Es la única residencia estable del pintor, convertida hoy en la Casa-Museo Dalí. Aquí vivió y trabajó hasta el año 1982, fecha en la que Gala falleció. Para poder visitarlo hay que pedir cita previa. La entrada nos costará 8 euros.
El Museo de Figueres es sin duda la joya de este triángulo. Se sitúa en la Plaza de Gala y Salvador Dalí en Figueres y su entrada nos costará 9 euros. El Teatro- Museo Dalí, antiguo teatro de la ciudad, fue convertido en un museo dedicado al artista en 1974. Con obras surrealistas, cubistas y futuritas y la cripta del pintor dentro del mismo, te recomendamos disfrutar de este museo y de su construcción, pues fue diseñado él mismo con la finalidad de sumergirte en un mundo surrealista y único.
No puedes perderte obras como Port Alguer (1924), Muchacha de Figueres (1926), El espectro del Sex-appeal (1932), Autorretrato blando con beicon frito (1941), Poesía de América-Los atletas cósmicos (1943), Galarina (1944-45), La cesta de pan (1945), La nariz de Napoleón transformada en una mujer encinta que pasea su sombra melancólica entre las ruinas originales (1945), Leda atómica (1949), La apoteosis del dólar (1965), Galatea de las esferas (1952), o Aurora, mediodía, atardecer y crepúsculo (1979).
"Te haré reina de un castillo", le prometió Dalí a su esposa Gala. Dalí compró esta fortaleza del siglo XI para ella en la década de 1960, aunque Gala le prohibió vivir en ella hasta después de 1970. En su interior podemos ver algunas de las estatuas inusuales de elefantes que ideó la imaginación surrealista del artista. Además de la colección de arte, destacan las estancias privadas de la musa, su trono de oro, el Cadillac que perteneció al matrimonio y la cripta donde se encuentra enterrada Gala. Visitar este museo nos costará 5,50 euros.