Desayunos, almuerzos, copas... nuevo espacio abierto hasta la madrugada

Madrid, ciudad abierta. Y, de Madrid, la Gran Vía como punto de encuentro de tendencias y fiel reflejo de una capital en perpetua transformación. Desde hace poco, en esta gran calle que en su día fue la más señorial de la ciudad, se encuentra Lobby Market, un nuevo y bonito multiespacio nacido con variadas vocaciones dentro del ámbito gastronómico.

Los propietarios de Lobby Café (Las Rozas Village) han optado por inaugurar este local ?abierto hasta el  amanecer? para comenzar por la mañana a servir cafés, bollos y zumos de naranja y no poner el cartel de cerrado hasta las dos de la madrugada. Así, el espacio se ha estructurado en tres zonas: desayunos, aperitivo y lunch hasta el afterwork y restaurante gourmet.

Una moderna y vistosa decoración a cargo de Julio Touza a base de ladrillo visto, plantas y maderas recuperadas (o simulacros) dan a los distintos ambientes un toque alegre y acogedor.

A la entrada, gran barra de mármol blanco y  zinc, mesas altas para aperitivos o comidas rápidas y una segunda sala con otra barra más tranquila, más mesas y una zona lounge de copas; en este área ofrecen una  estupenda carta de picoteo, con pinchos fríos y calientes, raciones, ensaladas o sándwiches a muy buenos precios. Al fondo, el restaurante gourmet, reposado, con unos impactantes techos altos y más formal (manteles de hilo, etc.).

Es el lugar perfecto para disfrutar de la cocina del chef Alfredo Rodríguez Sangrador, con experiencia anterior en distintos y renombrados restaurantes madrileños como Combarro, Kabuki o el hotel Santo Mauro, entre otros.

Sangrador ha impreso su personal estilo en la carta de Lobby Market, en la que se conjugan distintas tendencias y acabados, desde un formalísimo y purista sashimi de toro a un roastbeef algo cocinado por el efecto calor de la salsa que le añade por encima (eso sí, el puré de patatas que lo acompaña, hecho a mano como dictan las normas más exigentes).

Toques orientales, recetas mediterráneas, platos clásicos... todo esto vale para este chef que juega magníficamente bien con distintos palos (y en diferentes platos) para montar una carta multicultural basada en una cocina fresca en la que se nota el peso de la experiencia.

Así, ofrecen desde unos ricos arroces al dente al rape con suquet de gambas, steak tartar, presa ibérica con patatas revolconas, foie hecho en la casa... Y postres caseros, como la panna cota de queso. Para tomar una copa o disfrutar de un cóctel (son especialistas) hay una relajada zona lounge.Y todo a una estupenda relación calidad-precio.