DVuelta asegura que la DGT traslada a los conductores su confusión
El nuevo Reglamento General de la Circulación, asegura DVuelta, sólo busca prohibir los detectores de radar, que han mermado los ingresos de la DGT en un 10 % desde su legalización
La filtración del proyecto de modificación del Reglamento General de la Circulación demuestra, una vez más, la confusión en la que se encuentra inmersa la DGT acerca de qué decisiones tomar, argumenta esta organización en un comunicado.
Así, anuncia, de nuevo, la posibilidad de elevar los límites de velocidad a 130 km/h en determinadas vías y circunstancias, y siempre en unos términos de condicionalidad que impedirán, por la discrecionalidad del planteamiento, su aplicación.
Mientras, para reducir los límites en otras vías no se aplica estudio, análisis ni consideración objetiva alguna. "Tan sólo el hecho de crear una relación causa efecto entre la mayor siniestralidad en las vías secundarias con el argumento, falaz, de que la velocidad es la causa del 30 % de los accidentes con víctimas".
En opinión de Dvuelta, la profusión de globos sonda acerca de los límites de velocidad tiene el objetivo de tratar de contentar a un amplísimo sector de los conductores que, como la DGT, saben que los actuales, en autopista y autovía, no son ni creíbles ni defendibles.
Mientras, la indecisión sólo sirve para amplificar un mensaje claramente pernicioso. que los límites de velocidad se implantan por razones absolutamente ajenas a la seguridad vial y a la movilidad.
DVuelta pide que la reglamentación de los límites de velocidad se base en criterios puramente técnicos y precedida de un debate social sin condicionamientos, y no únicamente basado en razones propagandísticas.
En este sentido, y reclamando la movilidad como factor fundamental en la evolución de la economía, como ha hecho Holanda y ha anunciado el Reino Unido, DVuelta se pregunta por qué razón no se aplican los mismos criterios para bajar los límites en carreteras convencionales que para subirlos en autopistas y autovías.
Para Dvuelta, el eslogan "la velocidad mata" lleva muchos años siendo la coartada de la DGT para sembrar las carreteras de radares, "por nuestra seguridad", pero, en proporción de 80 a 20, los cinemómetros se hallan en las vías más seguras.
Sobre los detectores de radar, DVuelta argumenta que estos dispositivos, que no anulan el efecto del radar, sí avisan de su presencia al ser detectados, y su proliferación tras ser legalizados ha generado un descenso del 10 % en la recaudación por exceso de velocidad, algo que la DGT no está dispuesta a permitir, asegura.
Detrás de la persecución a los conductores por su velocidad no se encuentra su seguridad, sino su cartera, concluye DVuelta, ya que la tercera parte de las multas de la DGT provienen del exceso de velocidad y son multas que no necesitan ser notificadas en el momento de la comisión de la infracción, que se tramitan automáticamente y que se embargan, a quien no las pague ni recurra, en el plazo de dos meses.