Gente y estilo

Domenech está "muy afectado" por el escándalo de insultos, dice su madre



    La madre de Raymond Domenech, Germaine Domenech, afirmó el lunes en una intervención en una radio de su país que su hijo está "muy tocado" por la crisis que afecta al equipo desde que se publicara que Nicolas Anelka le insultó gravemente el jueves en el vestuario.

    "Está afectado, muy afectado", declaró la madre del técnico a la radio RTL, apuntando que habló por última vez con su hijo en la noche del domingo. "Está mal, pero me ha dicho 'no te preocupes, piensa en tí'", añadió, considerando "muy triste haber sido insultado así".

    Germaine Domenech se sintió herida por las palabras de Anelka, que según el diario L'Equipe dijo a su hijo Raymond: "Que te den por el culo, sucio hijo de puta".

    Anelka fue expulsado del grupo que disputa el Mundial el sábado y sus compañeros se negaron a entrenar el domingo como medida de protesta.

    A la pregunta sobre si quería que el delantero del Chelsea se disculpe, Germaine Domenech dijo que no cambiaría mucho. "El mal está hecho. Me gustaría hablar con el señor Anelka y darle el punto de vista de una madre", apuntó.

    Por su parte, Henri Monteil, dirigente de la Federación Francesa (FFF), explicó el lunes que algunos "jugadores fueron a la habitación de (Raymond) Domenech, lloraron y dijeron que lamentaban lo que sucedía", tras negarse a entrenar, según declaraciones al sitio Charente-Libre.

    Interrogado sobre la identidad de esos jugadores, Monteil dijo que se trataba de "jóvenes, pero no puedo dar nombres". "De todas formas, los tres o cuatro líderes son jugadores en decadencia, que no jugarán nunca más una Copa del Mundo. ¿Quiénes? No sé... Gallas, Abidal, tal vez Henry, que es amigo de Anelka", añadió el directivo.

    "Yo estaba justo al lado del autobús en el que se encerraron los huelguistas", comentó el dirigente del Angulema. "(El presidente de la FFF) Jean-Pierre Escalettes y (el seleccionador) Raymond Domenech fueron a hablar, pero no había nada que hacer. Los jugadores no paraban de golpear los cristales y le gritaban al chófer que arrancase. Fue una locura", añadió el dirigente.

    Monteil también reveló que descubrió a Bruno Martini y Robert Duverne, otros ayudantes del seleccionador, llorando escondidos detrás de un camión.