El infalible truco de Karlos Arguiñano para que la bechamel quede perfecta
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Gloria Martínez
La gastronomía española destaca por sus deliciosos platos famosos mundialmente y que son una auténtica maravilla. Cada año, miles de personas visitan nuestro país en busca de probar algunas de nuestras más exquisitas elaboraciones como la paella, la tortilla de patata, el jamón o las croquetas.
Estas últimas son uno de los platos más consumidos en España, aunque se cree que su verdadero origen está en Francia. Lo más normal es verlas de jamón, pollo, cocido o bacalao, pero los ingredientes que se pueden utilizar están abiertos a la imaginación de cada persona.
Pero sin duda, si hay una parte fundamental de las croquetas es la bechamel. Elaborarla de manera correcta tiene cierta dificultad. Esta mezcla de mantequilla, leche, harina y sal debe quedar en su punto exacto ya que si es demasiado líquida, la croqueta se romperá al freír, y si es demasiado espesa, la textura no será suave y quedará seca.
Karlos Arguiñano, el cocinero más dicharachero y famoso de España, ha ofrecido en numerosas ocasiones algunos consejos para conseguir una bechamel perfecta y en su punto. El chef explica en su programa cómo elaborar esta parte de la receta para evitar que se endurezca o que quede sosa.
El cocinero vasco asegura que la clave para una buena bechamel es regarla con un chorro de leche. De esta manera, no se formará esa costra molesta que termina por secar el alimento y privarlo de esa jugosidad. Basta con calentarla ligeramente y removerla bien para que quede completamente integrada y aporte ese toque suave y delicioso.
Otra parte imprescindible es dejarla reposar el tiempo necesario. Para ello, hay que llevarla a una fuente, cubrirla con papel film para evitar que se forme una costra seca y llevarlo a la nevera durante mínimo seis horas o incluso toda la noche. De esta manera, la bechamel quedará mucho más sabrosa y será más fácil de moldear rompiéndose menos una vez en la sartén.