Europa
El liderazgo de Renzi al frente del PD empieza a ser cuestionado
- Sus adversarios piden un congreso para renovar el partido
Giovanni Vegezzi
Hace tan solo dos años, Renzi era el jovencísimo líder progresista que quería enviar al desguace a la vieja clase política. Hoy en día, sin embargo, se ha convertido en el blanco de viejos y nuevos adversarios que le culpan del fracaso de sus reformas. Algunas fueron interrumpidas tras el referéndum del 4 de diciembre -reforma del Senado-, otras fueron enmendadas por el Tribunal Constitucional -ley electoral de doble vuelta-, y otras se destaparon como simplemente ineficaces -la reforma del mercado laboral, que sigue sin resolver las altas cifras de desempleo juvenil.
Mientras que Renzi desea ir a elecciones anticipadas cuanto antes, sus adversarios internos ganan tiempo y piden un congreso en el que se renueve la secretaría del Partido Demócrata (PD). El antiguo alcalde de Bari y presidente de la región de Apulia, Michele Emiliano, ya ha presentado su candidatura para sustituir al exprimer ministro. Matteo Renzi, en cambio, propone que se celebren primarias.
El PD, nacido en 2007 tras la fusión de los antiguos democristianos progresistas y los postcomunistas, parece situarse al borde de la escisión: los socialdemócratas sueñan con echar a Renzi y resucitar la coalición de centroizquierda "el Olivo", que en 2006 entregó a Romano Prodi la presidencia de Gobierno. En caso de que Renzi siga siendo secretario, podrían abandonar el partido y formar una lista electoral autónoma.
Todo ello dependerá de las negociaciones en el Parlamento sobre la nueva ley electoral. Si el intento de aprobar una nueva norma fracasa, Italia irá a elecciones generales con una legislación proporcional que favorece a los pequeños partidos y aumenta la inestabilidad política. Un riesgo considerable para un país que en 70 años de democracia ya ha tenido 64 gobiernos.