Europa
Chipre busca superar su división con algún tipo de Gobierno federal
- La seguridad, el mayor obstáculo entre greco y turcochipriotas
- Ambos lados se muestran temerosos de lo que pueda traer la reunificación
Marcos Suárez Sipmann
Chipre está dividida desde que el ejército de Turquía ocupó el norte en 1974. Consideraba amenazada la minoría turca tras el golpe de Estado en Grecia por la junta de coroneles. Por eso lo llama intervención aunque Naciones Unidas ha condenado y ratificado la ocupación en repetidas resoluciones. Unos 160.000 grecochipriotas fueron expulsados al sur. Y unos 50.000 turcochipriotas del sur huyeron hacia el norte y se establecieron en propiedades de los desplazados.
Ankara desplegó 30.000 soldados y marcó una separación con la llamada Línea Verde. Una zona desmilitarizada de más de 160 km que divide la isla, y su capital, Nicosia, en dos. Ambas comunidades quedaron totalmente separadas. No fue hasta 2003 que las autoridades turcochipriotas relajaron las restricciones y la Línea Verde se pudo atravesar por primera vez en 30 años. La primera ronda de las negociaciones se realizó en Ginebra bajo el auspicio de la ONU entre los días 9 y 12 de enero pasados. Para la reunificación deberán resolverse puntos relativos a las siguientes cuestiones:
El problema de la propiedad
El asunto de las propiedades que los grecochipriotas tuvieron que abandonar -y los turcochipriortas ocuparon- y viceversa, es uno de los temas más espinosos para resolver la disputa entre ambos. ¿Cómo se debe compensar a quienes perdieron propiedades y tierra? ¿Tendrán derecho a regresar a sus antiguos hogares o se les compensará? Otro de los problemas tiene que ver con el territorio. ¿Cuánto territorio será administrado por cada una de las dos comunidades?
No solo se refiere a cuestiones militares, sino que también lo hace respecto a varios aspectos como el sentimiento de seguridad que unos y otros necesitan tener. ¿Cómo será garantizada la seguridad de los turcochipriotas cuando salgan los 30.000 soldados turcos? Los grecochipriotas lo ven, sin lugar a dudas, como una fuerza de ocupación. ¿Deberán quedarse algunos o Turquía seguirá teniendo el derecho a intervenir? En algunos casos se está cerca de conclusiones finales, mas hay asuntos que sólo podrán concluirse cuando se cierre el de las garantías de seguridad.
Garantes del acuerdo
Recuérdese que Reino Unido concedió la independencia a la isla en 1960 y se estableció una Constitución de poder compartido entre greco y turcochipriotas. Ese año se firmó un tratado que convirtió en garantes de seguridad y soberanía a Reino Unido, Turquía y Grecia, dándoles derecho a intervenir militarmente para restablecer el orden constitucional. Cualquier solución deberá pasar por la aprobación de esos tres países que participan en las negociaciones exclusivamente en el capítulo relativo a la seguridad. ¿Quién actuará como garante? Chipre ya es miembro de la Unión Europea, ¿deberá ser garante la UE o Reino Unido que tiene allí dos bases militares?
Los ministros de Exteriores de los tres estados participaron el jueves en una conferencia diplomática, que se reanudará en Ginebra pasado mañana miércoles 18, a nivel de viceministros, para formular propuestas que permitan resolver las discrepancias sobre seguridad. Si esto se consigue, el enviado especial de la ONU para Chipre, Espen Barth Eide, volverá a convocar la conferencia a un nivel político más elevado, sea de ministros de Exteriores o de jefes de Estado.
Otra cuestión clave será dotar de credibilidad a la eventual federación bicomunal y bizonal que se crearía. Todos deben quedar convencidos de que funcionará con los mismos derechos. Son muchas preguntas sin respuesta y la desconfianza persiste. Las garantías tienen que ver con el sistema legal, policial y judicial para asegurar a cada ciudadano un trato justo ante la ley. Una vez conseguido, viene la cuestión de la seguridad externa y cómo una federación de Chipre la abordaría en una zona tan volátil.
El flamante secretario general de la ONU, Antonio Guterres, advierte que no hay "solución rápida" para el conflicto y pide tiempo. Sin acuerdos sustanciales aún, el ambiente es de cauteloso optimismo.
¿Se avanzará esta vez?
El problema es que ambos lados, acostumbrados a vivir en una división pacífica, se muestran temerosos de lo que pueda traer el cambio de una reunificación. No obstante los dos líderes, Nicos Anastasiades y el turcochipriota Mustafa Akinci, parecen decididos a avanzar.
Además Turquía, pieza clave en las negociaciones, parece también dispuesta a lograr progresos. Recep Tayyip Erdogan tiene sus propios problemas en casa y el apoyo al norte ha sido costoso. Sin olvidar que en términos comerciales, un Chipre unificado sería vía de paso de grandes bolsas de gas natural halladas en el Mediterráneo Oriental, favoreciendo a Turquía como hub para suplir Europa. Y políticamente, un arreglo implicaría para Ankara un importante paso hacia Bruselas. Cualquier acuerdo deberá ser sometido a la votación de los chipriotas en sendos referendos este mismo año.