Europa

Ucrania: Opositora Yulia Timoshenko fue liberada tras dos años de cárcel

    Yulia Timoshenko/ Fuente: Archivo


    Liberada ayer sábado tras más de dos años de prisión, la opositora ucraniana Yulia Timoshenko, tiene fama de ser una dama de hierro por su excepcional combatividad tanto cuando ocupaba el cargo de primera ministra como cuando estaba tras las rejas.

    Durante la crisis política que sacudió a Ucrania desde finales de noviembre, Timoshenko se alzó como la opositora más radical al régimen de Viktor Yanukovich, electo en 2010.

    Después de que las fuerzas del orden abrieran fuego, con balas reales, contra los manifestantes en pleno centro de Kiev el jueves, causando decenas de muertes, la líder opositora exigió que Yanukovich sea juzgado por "asesinatos masivos".

    Al día siguiente, bajo la presión de la "troika" de la Unión Europea, el presidente dio su acuerdo para que se celebren elecciones presidenciales anticipadas y el Parlamento aprobó una ley que permitía la liberación de su enemiga acérrima desde hace diez años.

    La carrera de esta mujer de 53 años comenzó en 1997 al ser elegida parlamentaria. En 1999 se convirtió en viceprimera ministra en el gobierno de Viktor Yushenko, su futuro aliado en el Revolución Naranja y entonces primer ministro del presidente Leonid Kuchma.

    A finales de 2004, Timoshenko se alió con Yushenko al frente de la revuelta pacífica que supuso la invalidación por fraude de la victoria de Viktor Yanukovich, sucesor designado por Kuchma. Pero una vez en el poder, ambos se atacaron mutuamente con acusaciones recíprocas de corrupción.

    Los años de poder rompieron esa alianza -Timochenko sale del Gobierno y luego retoma la dirección en 2007- hasta las presidenciales de 2010, que marcan el retorno victorioso de Viktor Yanukovich.

    Ahí empezaron los problemas judiciales para Timochenko.

    En 2011 fue condenada a siete años de cárcel por firmar como jefa de Gobierno un acuerdo sobre gas con Rusia en condiciones consideradas desfavorables para su país.

    También fue sospechosa de complicidad en el asesinato de un diputado. Ella rechazó todas estas acusaciones, que veía como una venganza del poder destinada a alejarla de la escena política.

    Su encarcelación y condena se convirtieron enseguida en un escollo de talla en las relaciones entre Ucrania y los occidentales, que reclamaban su liberación.

    Y también estando detrás de los barrotes, esta mujer de nervio sólido siguió combatiendo el poder de Yanukovich.

    - Sus referencias: Juana de Arco y Thatcher -