Europa

La Gran Coalición alemana no tiene todavía un modelo definido

    Angela Merkel. <i>Archivo</i>


    En relación al tema energético no se puede sacar mucho en claro de los acuerdos de coalición entre SPD y CDU. No se ha definido ningún cambio de rumbo en firme ni una apuesta clara y valiente por la transición hacia las renovables.

    El pacto de gobierno señala solamente el mantenimiento del apagón nuclear para 2022 así como la meta de entre el 55 y el 60% del abastecimiento mediante renovables en 2030. El Gobierno tiene por objetivo resolver con pequeñas modificaciones de la ley actual problemas como la subida de los precios de la electricidad o la reconducción de los costes del impulso de las renovables.

    Sin embargo, algunos sectores consideran esta falta de decisión como una marcha atrás en las políticas de cambio de modelo energético. El semanario Die Zeit aseguraba después de conocer el acuerdo que "la Gran Coalición supone un desastre para la transición energética" y argumentaba que Alemania pierde la oportunidad de convertirse en un referente en esto.

    Según el rotativo, la consideración por parte del futuro Ejecutivo que el apoyo a las renovables es el culpable de la subida de la tarifa eléctrica les ha llevado a limitar su crecimiento a un 1,7% por año, con el perjuicio que la medida conlleva para las empresas del sector que habían apostado por este tipo de inversiones. Asimismo, pone en duda que con estas políticas se pueda cumplir con las exigencias en materia de emisiones de CO2 impuestas por la Unión Europea.

    Un mínimo más alto

    El presidente de la Asociación Federal de Energías Renovables, Fritz Brickwende, no dudaba en reconocer a Die Welt que "la Gran Coalición ha frenado la transición energética", y es que si el anterior objetivo del Gobierno conservador de democristianos y liberales era llegar a un "mínimo del 35%" de cuota energética de las renovables en 2020, el futuro Gobierno espera que, en 2025, la proporción sea "del 40 al 45%".