Europa

Vídeo | La cárcel ideal está en Noruega: tiene sauna, playa y pistas de tenis

    Toma aérea de la isla de Bastoy. Foto: Wikimedia Commons.


    La estancia en la cárcel suele ser un periodo para olvidar por parte de los presos, pero hay excepciones que cumplen esa regla. Es el caso de la prisión que se encuentra en la isla noruega de Bastoy, en la que sus ocupantes disfrutan de toda una serie de lujos que se salen de la rutina de un centro penitenciario común.

    Y es que la vida en Bastoy dista mucho de lo que se puede imaginar en cualquier otra cárcel. Pero Bastoy no es una cárcel cualquiera: tal y como informa el blog Mal Gusto, no tiene muros y alberga a los presos a lo largo de su superficie, éstos no están confinados en celdas y se alojan en casas que pueden compartir con otros presos u ocupar ellos solos, reciben diez euros diarios con los que tienen que procurarse el desayuno y la cena en la tienda local (el almuerzo lo realiza el cocinero de la cárcel)... En definitiva, un mundo aparte.

    Este peculiar modelo de cárcel aloja a 115 presos con todos los delitos imaginables a sus espaldas (desde asesinatos a simples robos) e impone mínimos mandatos: registrarse varias veces al día y la comida conjunta. Como contrapartida, a los beneficios ya enunciados se añaden otros como playas, pistas de tenis e incluso una sauna.

    Sentido de reinserción

    El objetivo de esta lujosa cárcel es favorecer la reinserción de los presos en la sociedad. Por eso, y tal y como informa Hechos del Mundo, solo los presos que se encuentran en los últimos años de condena acuden a ella. En Bastoy se está obligado a trabajar de 8:30 a 15:30 como una forma de introducir al preso en el ambiente laboral y de tener una responsabilidad principal.

    Los resultados están siendo buenos: frente al 20% de presos que volvieron a delinquir tras estar en el resto de cárceles, el porcentaje de los que repitieron estancia carcelaria fue peor cuando se trataba de presos que se habían alojado en Bastoy, un 16%. Un éxito de una cárcel que, desde luego, no deja indiferente a nadie.